«Necesitábamos volver, llevamos tres meses muy duros sin mercados»

Casi tres meses después y con una nueva ubicación, el mercado de los lunes de Infiesto regresaba ayer en todo su esplendor. Una vuelta muy esperada por los piloñeses, a quienes la persistente lluvia no logró alejar de la que ya es una actividad tradicional con la que arrancar la semana. Tras varios lunes en los que los puestos textiles -los de alimentación fueron los primeros en reabrir en cuanto el Gobierno central lo permitió- tuvieron que turnarse según fueran pares o impares, el traslado al paseo del Sol desde la habitual plaza del Ganado permite la presencia de todos los vendedores.

«Teníamos muchas ganas de regresar, lo necesitábamos, porque llevamos tres meses muy duros con el cierre de los mercados y nosotros también tenemos que ganar para poder vivir», aseveraban desde su puesto de calcetines José Luis Dual y Yolanda Chao. Su presencia, agregaron, «da vida a Infiesto, es un aliciente más para que la gente de otros pueblos y concejos cercanos se acerque».

A unos metros de distancia, desde su puesto de calzado, Mariano Jiménez se mostraba de acuerdo y celebraba el regreso. «En el Ayuntamiento de Piloña fueron muy comprensivos y, aunque hubo que cambiar de sitio para poder caber todos, no dejaron a gente fuera y se comprometieron a dejarnos volver a la plaza en cuanto sea seguro», indicó. Y lamentó que en otros concejos sigan permitiendo solo puestos de alimentación. «Es una vergüenza, pues los centros comerciales y las tiendas llevan tiempo abriendo y nosotros, que estamos al aire libre y podemos tomar medidas de seguridad y distancia, tenemos que seguir cerrados», criticó.

Desde la zona de productos agroalimentarios, Sandra Fernández y Alexia García, de la Panadería Teboyas, también se alegraban de esta «casi vuelta a la normalidad». Eso sí, no estaban contentas con la ubicación elegida para ellas y sus colegas por el Consistorio. «Quienes traemos alimentos necesitamos poder tener la furgoneta tras el puesto y aquí, que estamos apartados del todo, no podemos, mientras que otros de textil sí pueden», indicaron. Y se mostraron más partidarias de regresar a la plaza del Ganado, que «es a donde la gente está acostumbrada a ir».

Encantada de poder volver a su querido mercado, el que «le da otra forma a los lunes», estaba Delia Cueto, llegada desde la localidad de Moñes. «Vengo todas las semanas y ver que el mercado vuelve casi a ser como antes te anima un montón, pues da sensación de que la normalidad está más cerca», aseveró. E indicó que, para ella, «el sitio elegido no está mal, está muy cerca del original y permite cumplir todas las medidas de seguridad». También quiso acercarse hasta el paseo del Sol, desde Coya, Luz Mari Huertas, quien reconoció que «tenía muchas ganas de poder volver a ver el mercado así de lleno, es una alegría». Eso sí, recalcó, «es fundamental que todos tengamos mucha precaución».

Junto al de Infiesto, tanto los mercados de Colunga (jueves) como de Posada de Llanes (viernes) contarán esta semana con todos sus puestos. En el caso del colungués, estarán en la plaza cubierta y en el de la localidad llanisca los puestos de alimentación se quedarán en la plaza mientras el resto se trasladan a la zona del tren, tras el Alimerka. La gran cantidad de puestos y la escasez de espacio impedirán, no obstante, que suceda lo mismo con los mercados de Llanes (hoy) y Nueva (sábado), donde los textiles se turnarán por semanas según sean pares o impares. Tanto en Ribadesella (mañana) como en Cangas de Onís (domingo) se encuentran todavía estudiando la forma de reincorporar al resto de puestos.