La obra de La Benéfica encara la recta final con la meta de albergar actividades en un mes

Iniciadas este verano, las obras de rehabilitación en el edificio de La Benéfica, en Infiesto, encaran ya la recta final de su primera fase. El inmueble de 1926, concebido originalmente como teatro, cine y sala de bailes, está siendo recuperado por la asociación integrada por Rodrigo Cuevas, Nacho Somovilla y Sergi Martí, que persiguen transformarlo en un espacio cultural. Para ello es necesaria una ambiciosa intervención, diseñada por los arquitectos Paula González Lobo y Manuel López Carregal, y que en esta primera fase se centra en la reparación de la cubierta y la creación del escenario. En la cubierta, los trabajos avanzan y en breve se colocarán las tejas previamente retiradas y acondicionadas mediante sextaferias. Se trata en algunos casos de piezas centenarias que han optado por mantener.

El escenario, por su parte, ha sido dispuesto al final de la nave. «Fue una obra importante porque tuvimos que hacer una especie de cripta, como había poco espacio para camerinos tuvimos que soterrarlos», explica Nacho Somovilla. En sucesivas fases, las tareas proseguirán con la construcción del chigre y la recuperación de los elementos originales de la fachada, como los tres arcos de la entrada o las ventanas. También será necesario adaptar ese edificio centenario a las normativas actuales.

Si bien el trabajo por delante es aún largo, en La Benéfica sí se plantean comenzar ya a generar actividad. Somovilla explica que «si todo va bien, nos prestaba hacer alguna cosa para el antroxu», aproximadamente en un mes. No obstante, recalca, la previsión dependerá del estado de las obras.

De forma paralela, la asociación tiene en marcha una campaña de captación de socios, que permitirá prestar apoyo «de forma continuada a lo largo del año, con descuentos, preferencia en la compra de entradas y acceso a actividades exclusivas». La iniciativa lleva por nombre 'Amigues con derechos' y cuenta con tres categorías, en función de la aportación económica: «derecho a rondar, derecho a roce y derecho a cucharita». También existe otra modalidad destinada a empresas que deseen colaborar con el proyecto. «Hay bastante gente, se están animando», indica Somovilla.

La asociación La Benéfica había recurrido ya a una campaña de micromecenazgo para la financiación de la primera fase de las obras. Al proyecto se sumó además la Fundación Primavera Sound, con la que firmaron un convenio de colaboración.

«Lo que nos presta es aportar y que nos aporten, está en el ADN de La Benéfica», explica Somovilla. En esa misma línea, recuerda que su pretensión es «extenderse a todo lo que nos rodea», no solo dentro del concejo de Piloña. Adelanta además que en mayo está prevista una «colaboración con museos de Gijón».

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