«No participamos en el centenario porque Onís no tiene nada que celebrar»
José Manuel Abeledo Viesca | Alcalde de Onís por el PSOE: «Llevamos cien años con la misma palabrería de que 'hay que atender al paisano', pero al final vemos que el paisano no cuenta para nada»
LUCÍA RAMOS
BENIA.
Domingo, 2 de diciembre 2018, 02:09
Hijo de emigrantes que se fueron a Bélgica en plena dictadura franquista, José Manuel Abeledo Viesca (Etterbeek, Bruselas, 1974) es un hombre de principios. Considera que su lugar está al lado de los vecinos que le eligieron alcalde de Onís y no duda en plantarse ante quien sea para defender sus intereses. El pasado año sorprendía a muchos haciendo pública su intención de conseguir que el concejo abandonase el Parque Nacional de los Picos de Europa. Un deseo que, todo indica, no podrá ver cumplido antes de terminar el mandato.
-A tan solo seis meses de las elecciones, ¿qué balance hace de estos años en el gobierno?
-Fueron difíciles, pero aún así hemos conseguido que el Ayuntamiento saliese de esa importante crisis financiera que tenía. A 31 de diciembre de este año quedarán menos de 300.000 euros de un crédito por pagar, de los casi dos millones de deuda a proveedores que había en 2010. Creo que éste fue un mandato importante en el que conseguimos hacer obras fundamentales, como el saneamiento integral del río Güeña, y conseguimos avanzar en otros proyectos importantes, como es la pista de Las Mantegas, el primer acceso rodado de Onís al parque, o la residencia de ancianos. Hicimos también bastantes obras menores y mejoramos los servicios.
-No tuvieron oposición, literalmente. Eso facilitará las cosas...
- Aún así es complicado, pues el nivel de exigencia de los vecinos siempre es mayor al no tener oposición. Por este motivo, procuramos a través de redes sociales y bandos que todo lo que se hizo en el Ayuntamiento fuera lo más transparente posible.
-¿Qué proyectos quedan pendientes para el próximo mandato?
-La nueva corporación que haya creo que va a tener bastante camino andado. El camino de Las Mantegas está ya en ejecución tras muchos años reivindicándolo. Parques Nacionales nos trató bastante mal estos años, porque nos permitió arreglarlo solo hasta 2,20 metros de ancho, pero tras pelearlo hemos conseguido ampliar a 3,50. Ya pasó el trámite ambiental y lo único que necesita es la conformidad del Patronato y el dinero. En este sentido, vamos a incluir una partida en el presupuesto de 2019 para poder iniciar las obras en primavera. También están avanzados los proyectos de la residencia, cuyas obras confiamos en que comiencen tras el próximo verano, y de las viviendas protegidas. Aquí ya hicimos el trámite más difícil, que era ceder la finca municipal a Patrimonio del Principado para que puedan redactar definitivamente el proyecto y adjudicarlo. También empezaremos en 2019 con las expropiaciones para comenzar a desarrollar el polígono industrial.
-Habla de la 'nueva corporación', ¿volverá a presentarse como candidato a la Alcaldía?
-Eso lo tiene que decidir la agrupación socialista y a día de hoy no tuvimos ninguna reunión. Yo, a nivel personal, tampoco he decidido si voy a seguir. Es cierto que estoy muy a gusto en Onís, estoy muy contento con los vecinos y me gusta realmente lo que hago, pues soy una persona bastante activa y todo lo que sea mover proyectos y gestionar siempre me ha gustado; pero también pienso que hay más cosas que la política, como es poder volver a mi puesto de trabajo o incluso alguna propuesta que tengo, sobre todo a nivel privado.
-Hace un año y medio anunció que iba a intentar que Onís abandonase el parque, ¿cómo va el proceso?
-Me sigo manteniendo en la idea firme de que el concejo está mejor fuera del parque, aunque sí es verdad, y tengo que reconocerlo, que tanto el consejero Lastra como el viceconsejero Fano están teniendo gestos hacia Onís, como es por fin tener acceso a Las Mantegas y el cambio de la gestión a través de un nuevo director. Sé que están poniendo bastante empeño en que tanto el alcalde como la corporación y los vecinos cambien su parecer hacia la salida del parque.
-¿Y le han convencido?
-Los agradezco y mi obligación es también dar un margen al nuevo director, pero creo que al final lo que hay aquí no es un problema de gestión, sino de ley. La Ley de Parques Nacionales necesita una modificación, porque sino vamos a encontrarnos a un director sin dinero y con una normativa que le atará las manos y no le va a dejar desarrollar.
-Se supone que el nuevo Plan Rector de Uso y Gestión está a la vuelta de la esquina.
-Es verdad que estamos ante una oportunidad importante y el hecho de que Onís esté todavía dentro del parque me obliga, como alcalde, a mirarlo bien y a presentar las alegaciones correspondientes, pues aunque haya que modificar la ley, el PRUG va a ser un instrumento que va a marcar el futuro de los vecinos de Onís y del resto de concejos de Picos.
-¿Ha tenido ya la oportunidad de ver el borrador del documento?
-No lo conocemos todavía, pero estamos impacientes por verlo. Debe tener en cuenta principalmente a los vecinos, tanto ganaderos como hosteleros, y mientras no tengamos un parque que sea flexible con estas actividades, creo que vamos a seguir en la misma idea de que Onís tiene que estar fuera del espacio protegido.
-Habla de «gestos» desde el Principado, pero ¿qué pasa con el Estado?
-Pues coincidió que estábamos en negociaciones con el anterior director de Parques Nacionales, Basilio Rada, con quien, por cierto, no conseguíamos avanzar gran cosa; y desde cambio no tuvimos ninguna reunión con el nuevo. Le podré conocer en el próximo Patronato, y estoy a la espera de que me convoque a una reunión, también con el secretario de Estado, para ver realmente qué se puede hacer con este parque nacional para que el concejo esté o no dentro de él. Creo que Onís es el gran olvidado desde 1918. Nunca ha recibido ninguna contraprestación económica y lo único que ha recibido han sido restricciones que han empeorado día a día las actividades económicas del municipio, como la ganadería, el turismo y la forestal.
-¿Qué le parecieron las celebraciones del centenario del parque?
-De las actividades poco puedo opinar, porque ni los vecinos de Onís ni esta corporación hemos asistido a ningún acto, a no ser un intercambio que hubo con ganaderos de Ordesa al que fueron tres personas del concejo y, según ellos, fue una visita muy positiva. Se encontraron con un parque totalmente diferente, con un plan de transportes que prioriza en las empresas de taxis de los concejos y con unos montes desbrozados, mientras que aquí tenemos bastante matorral y un plan de transportes que lo único que está generando es polémica.
-¿No fueron invitados a los actos?
-Nos invitaron a todos, pero creo que Onís, igual que el resto de la comarca, no esta para muchas celebraciones. Los políticos que han venido, tanto en el acto de la visita del jefe del Estado como en el de las Cortes, solo trajeron buenas palabras. Llevamos cien años con la misma palabrería política de que 'hay que atender al paisano y mirar por él', pero al final lo que vemos es que el paisano no cuenta absolutamente para nada. Lo que pedimos son hechos, no palabras, pues a estas se las lleva el viento.
-Siempre ha sido muy crítico con el incumplimiento del Plan del Lobo, ¿cómo va este año?
-Los daños se redujeron bastante. Creo que por un lado están los controles que se están haciendo dentro del parque nacional y por otro la nueva politica que permite a los cazadores locales participar en batidas fuera del espacio protegido.
-Entonces, ¿ve una mejoría?
-Se está mejorando algo, pero falta mucho, y hablo desde dos puntos de vista: como ganadero y como biólogo. Como ganadero, el del lobo es un problema grave, pues Asturias es una zona donde está asentada la ganadería en extensivo, con la que es totalmente incompatible, sobre todo en una zona como la nuestra, donde debe prevalecer la reciella para poder elaborar un gran producto como es el queso Gamonéu. El lobo está haciendo mucho daño en las cabañas ganaderas y con dinero eso no se paga, te dan unas cantidades irrisorias. No puede haber lobo en zonas donde haya ganadería en extensivo.
-¿Y como biólogo?
-En Asturias se están produciendo unos cambios importantes que está provocando el lobo y parece que nadie los ve. Está presionando no solo a la cabaña ganadera, sino también a la fauna salvaje. Estamos viendo cómo el jabalí está siendo presionado en zonas altas y llega a las ciudades. Vemos también cómo cambian los hábitos y el comportamiento de los osos, en gran medida por esta presión. Creo que la administración tiene que tomar medidas drásticas, que está claro que a los ecologistas no les van a gustar, pero es que tienen que pensar que además del lobo hay otros animales, ya sean domésticos, pero también salvajes, que están sufriendo una presión que puede abocarlas a la desaparición. Ahí tenemos al urogallo, que no desaparece por la presión humana, sino de la fauna salvaje que hay sobre ellos y sus nidadas de huevos.