Una vecina de Ribadesella denuncia a una mercantil por invadir su finca para una obra

Begoña Huergo, vecina de Ribadesella con una propiedad familiar en el núcleo rural de Cueves del Agua, ha hecho público el calvario y la pesadilla que está viviendo desde hace algo más de un año tras ver cómo, en su opinión, se están pisoteando sus derechos como titular de la finca denominada 'El Gallo'. Todo empezó con las obras de rehabilitación de una cuadra anexa, trabajos que desde entonces mantienen cerrado el paso por un camino público e invaden sin consentimiento su propiedad. «Han llegado a meter una pala en mi propiedad sin pedirme autorización y sin licencia de obras, e incluso han abierto una zanja en mi finca», denunció.

Sus quejas ante el Ayuntamiento de Ribadesella y sus denuncias ante la Policía Local y Guardia Civil han servido para detener los trabajos en una primera instancia, en el mes de mayo pasado, pero el camino sigue cortado desde hace más de un año, «porque está ocupado con escombros, tierras, piedras y palés con material de obra que me impiden acceder a mi propiedad». Una finca edificable que lleva cuatro generaciones en manos de la familia de Huergo y que alberga dos históricos hórreos.

Aun así, en el mismo mes de mayo, los propietarios de la cuadra en rehabilitación, una sociedad mercantil, intentaron anexionar parte de la finca 'El Gallo' a través de una solicitud de modificación de linderos ante el Registro de la Propiedad de Cangas de Onís. Tras escuchar a las partes y atender las alegaciones presentadas por Begoña Huergo, levantamiento topográfico incluido, el registro desestimó y suspendió su solicitud en el mes de agosto pasado. En su calificación asegura que la mercantil pretendía anexionar uno de los hórreos y parte de la finca «que tampoco es de su propiedad».

En paralelo, el nuevo equipo de gobierno de Ribadesella concedía licencia para la apertura de zanja y la construcción de un murete perimetral en las fachadas norte y oeste de la cuadra el 22 de agosto, permitiéndole ocupar diez metros cuadrados de la vía pública durante un máximo de 31 días. En la licencia se aclara que esos trabajos deben ejecutarse salvaguardando el derecho a la propiedad sin perjuicios de terceros. Begoña Huergo insiste en que continúan invadiendo la suya, «porque la zanja se está haciendo en mi propiedad y tengo un obrero, todos los días, dentro de ella».

La actuación llevada a cabo por la mercantil ha sido denunciada ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cangas de Onís y está pendiente de juicio. Begoña Huergo tampoco descarta emprender acciones contra el Ayuntamiento.

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