«El yacimiento de Los Azules necesita una intervención importante de protección»

El proyecto de investigación en la cueva canguesa de Los Azules avanza en tres niveles. A las excavaciones retomadas en 2019 tras un paréntesis de un cuarto de siglo, el equipo multidisciplinar capitaneado por David Álvarez Alonso, profesor de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, suma como objetivos la protección de la cavidad y la difusión de los hallazgos realizados hasta la fecha.

A finales de este mes de agosto, el propio David Álvarez junto a Aitor Hevia, José María Vázquez, Luis Coya y Miriam García desarrollaron la tercera campaña de excavaciones a lo largo de cinco jornadas. Al igual que el pasado verano, continuaron profundizando en un «área de excavación reducida» para obtener una secuencia cronoestratigráfica «lo más completa posible del yacimiento», explica Álvarez. «Estamos excavando a niveles del Magdaleniense superior», precisa. La cueva de Los Azules es precisamente un yacimiento «único a nivel de la Península Ibérica porque tiene la secuencia estratigráfica más rica y completa para el final del paleolítico superior», detalla el investigador.

Otra singularidad que la hace «única» es su ubicación, en la zona de Contranquil de la ciudad canguesa. Ello supone tanto una oportunidad a la hora de difundir el yacimiento a la sociedad como una amenaza por su fácil acceso.

Álvarez indica que antes del inicio de esta última campaña de excavaciones «entró gente», apareció el «candado forzado» y «rota» la valla que protege una de las bocas de entrada. «Si no se protege es un sitio fácil para el vandalismo. Está en el casco urbano de Cangas y es muy accesible», señala. Por ello han trasladado tanto a la Consejería de Cultura como al Ayuntamiento de Cangas de Onís la necesidad de realizar un «mantenimiento continuo y estar pendientes periódicamente de los cierres y accesos». «El yacimiento necesita una intervención importante de protección», explica el profesor de Prehistoria, quien destaca que han obtenido el «compromiso» de Consejería y Ayuntamiento.

En el plano de la investigación, el objetivo del equipo es seguir consolidándola y regresar el próximo verano para desarrollar una cuarta campaña. Hasta entonces, a lo largo de los próximos meses realizarán el trabajo de laboratorio en la Universidad Complutense de Madrid. «Una campaña de cinco días da para un año de trabajo en el laboratorio», destaca Álvarez. Recuerda además que «de excavar más sería complicado el procesado del material», por lo que en «yacimientos tan ricos» como el de Los Azules deben «tenerse en cuenta los medios» existentes.

La cavidad fue descubierta en 1971 y excavada entre 1973 y 1992 por el fallecido Juan Fernández-Tresguerres. El principal hallazgo en Los Azules se produjo en 1974 con un esqueleto humano de hace 11.000 años, custodiado en el Museo Arqueológico de Asturias.

Junto al cuerpo se hallaron útiles y cantos pintados. Además de Los Azules I, donde aparecieron los restos humanos y donde ahora se desarrolla esta nueva etapa de las campañas, existe junto a ella otra cavidad. Es la denominada Los Azules II, si bien se trata de un mismo yacimiento y se encuentra colmatada.

• Temas
• Cangas de Onís