Luis Fernández-Vega: «Barbón, te vas a quedar siendo presidente de funcionarios porque a los empresarios los echáis poco a poco»
Las familias Platero y Fernádez-Vega fueron protagonistas de la jornada 'Líderes que dejan huella' donde no faltaron las referencias a la financiación autonómica y el pacto fiscal con Cataluña
Hay un puñado de palabras que se han repetido a lo largo de la mañana. Familia. Valores. Compromiso. Ilusión. Formación. Resiliencia. Diferenciación. Excelencia. Riesgos. Confianza. ... Todas esas cuestiones, y unas cuantas más, están detrás del éxito de los dos proyectos que de algún modo han sido homenajeados hoy por los empresarios asturianos. Un centenar de ellos se han reunido en el cuarto encuentro 'Líderes que dejan huella', de la Asociación para el Progreso de la Dirección, con la colaboración de ABANCA, AEFAS y Grupo El Gaitero.
Tras tres años dedicados a homenajear a quienes han formado el tejido económico asturiano, «esta nueva edición da un giro de mirada hacia el futuro, centrándose en quienes están asumiendo hoy el resto de ese legado o abrir nuevas vidas», ha explicado Eva Rodríguez, presidenta de APD en España. El objetivo, «visibilizar a una nueva generación de líderes comprometidos con la transformación económica, la sostenibilidad y la creación de valor desde Asturias». Esa generación llamada a «liderar el futuro» de la región, pero sin olvidar nunca el peso de la tradición.
En ello están «los Álvaros», Álvaro Platero Díaz, presidente de Astilleros Gondán y su hijo, Álvaro Platero Alonso, coordinador de proyectos de Astilleros Gondán. Cómo preparan la transición, cómo Álvaro hijo se preparó para asumir responsabilidad, cómo Álvaro padre va dejando que tome las riendas... De todo ello han hablado pero, sobre todo, de la historia de Gondán, del astillero que desde Castropol «mira más allá de nuestras fronteras», del astillero que pasó de «estar a la cola a ser de los más punteros», del que pasó de construir barcos de madera a los más avanzados tecnológicamente. Un astillero que «no tiene nada que ver hoy» con el que Álvaro padre recibió de mano de su abuelo, aunque mantiene algunas normas. Por ejemplo, tener claro que «la calidad que proyectos en nuestros barcos viene de la calidad del equipo». Que hay que sobreponerse a cualquier circunstancia: a crisis económicas, reconversiones e incluso incendios. Que hay que lograr transmitir el «arraigo a la empresa» a los que no comparten lazos de sangre.
Sabe Álvaro hijo (que trata de convencer a su padre de alargar el plazo que se ha dado para jubilarse, en noviembre) que tendrá que mantener todo ello y combinarlo con modernidad, tecnología, innovación. Que tendrá que seguir avanzando en «coger el ritmo» de otras industrias, que a la naval le está costando más. Que tendrá que batallar contra «la lacra de los niveles de desempleo» de la región, seguir apostando por «el talento joven de todas partes de España». Que tendrá que moverse en esa fina línea entre pasado y futuro, imaginando cómo serán los nuevos barcos, los de energías renovables y eólica marina, los que usarán combustibles cada vez con menos emisiones. Que tendrá que liderar una industria «con una cadena de suministro con mucho margen de mejora a nivel de emisiones», que tendrá que trabajar en ello sin olvidar que lo que debe ser sostenible son los números.
Que tendrá que seguir apostando por la innovación, como ese robot de soldadura 3D que han logrado poner a funcionar ya. Vendrán muchas más cuestiones, entre otras porque Gondán esá participando en 15 proyectos diferentes de innovación.
Con todo, 'vende' no solo Gondán, sino Castropol y Asturias, para quienes se hayan cansado de Madrid y busquen un lugar donde hacer hogar.
Tras todo ello está la huella que ambos quieren dejar: que la empresa sigue siendo fiel reflejo de la familia y que «todos tengan ilusión por venir a trabajar en los mejores barcos del mundo».
Preparando también el relevo está la familia Fernández-Vega. Aunque, como dice Luis, el padre, en su caso todo «se complique un poco más» porque no solo hay padres e hijos, también tíos, sobrinos, primos. Pero lo están consiguiendo. En el escenario del salón del Reconquista donde han tenido lugar las charlas, Luis Fernández-Vega Sanz y Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso. Cuarta y quinta generación de una familia que convirtió una consulta de oftalmología en el centro de Oviedo en una institución de referencia en todo el mundo. «Liderazgo bien entendido», ha defendido Ana Sánchez, directora de zona Noroeste de APD.
250 profesionales, 100.000 consultas y 10.000 cirugías al año. Mejor centro oftalmológico privado del país por cuarto año. ¿Gracias a qué? entre otras cosas, a la formación. Dice el padre que a su hijo, como al resto de los miembros de la familia que se van quedando en 'casa', se les exige un estricto protocolo. Solo cuando se han formado mucho más allá de nuestras fronteras y han demostrado que pueden acceder a los puestos más competitivos, vuelven
Cuando Luis padre hizo aquel camino de vuelta de Madrid a Asturias era principios de los años 80 y tenía 30 años. «Quería trabajar y ver si podía hacer de la clínica algo mejor y más importante» y sin luda lo hizo. Al padre, como al hijo, nadie le había formado para ser empresarios, «no es algo que nos enseñen en la carrera». Pero lo han ido aprendiendo. Como cuando Luis Fernández-Vega convenció a sus mayores de que había que eliminar el trabajo con los seguros médicos: quedarse solo con los pacientes privados no solo no disminuyó su interés, sino que lo aumentó.
Y así es como han conseguido que la lista de espera para recibir a médicos para hacer la rotación haya tenido que cortarse en dos años. Que se hayan convertido en una referencia en formación, en investigación básica y aplicada. Que participen en congresos casi semanalmente y que publiquen una docena de artículos al año en revistas de alto impacto.
Entre sus señas de identidad está la «superespecialización». Lo explica Luis hijo: «El ojo mide 23 milímietros y cada uno de nosotros hace 3 o 4 milímetros».
Con todo, han logrado que el 75% de sus pacientes lleguen de fuera de Asturias. Serían más, lamentan, si hubiera mejores comunicaciones. Por eso andan debatiendo cómo hacer crecer la clínica de Madrid sin perder el espíritu que obliga, por ejemplo, a que todas las intervenciones se hagan en Oviedo. Y eso que aquí «el gobierno sigue poniéndonos dificultades». Porque no ha perdido Luis Fernández-Vega la oportunidad de dejar clara una vez más su postura crítica con la fiscalidad de Asturias, postura que, dice, conoce el propio presidente, al que dijo «habéis conseguido que los empresarios se vayan fuera y esos no vuelven a invertir aquí y sus hijos tampoco. Te vas a quedar siendo presidente de funcionarios porque a los empresarios los echáis poco a poco». Su comentario ha recibido aplausos.
Con críticas o sin ellas, generación tras generación, siguen aplicando la misma medicina: «Ciencia, cariño, comprensión y ánimo», dice Luis padre. El hijo añade la tecnología.
Además de estas dos charlas, la jornada ha acogido también la mesa redonda 'Voces que dejarán huella', en la que han participado Pablo Campos-Ansó, fundador y CEO de Guppy; Sergio Baragaño, fundador y CEO de Room2030 y Paloma de Blas, gerente general adjunta de Camilo de Blas.
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