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Un total de 3.504 asturianos menores de 45 abandonaron el Principado en un año

Por primera vez en seis años, la inmigración superó a la emigración, con un saldo positivo de 428 habitantes

EUGENIA GARCÍA

GIJÓN.

Sábado, 19 de enero 2019, 01:40

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El problema demográfico de Asturias no es ningún secreto. El propio Gobierno reconoció su carácter estructural hace más de un año, cuando presentó el 'Plan Demográfico del Principado de Asturias, 2017-2027' cuyo desarrollo supondría un gasto de 2.275 millones de euros. Durante el mismo ejercicio que dicho documento toma como punto de partida, 5.468 asturianos hicieron las maletas y dejaron su lugar de nacimiento para probar suerte en otra comunidad autónoma o fuera del país. Apenas 3.195 emprendieron el camino inverso.

El movimiento natural de la población, es decir, el número de nacimientos y muertes, pone a la región contra las cuerdas. En 2017, Asturias registró 5,84 alumbramientos por cada mil habitantes, cuando la media nacional es de 8,41. Su tasa de mortalidad, esto es, la proporción de defunciones por cada mil habitantes, es de 12,77, mientras el promedio del país se sitúa en 9,07.

Con este panorama, pareciera que la región no puede permitirse perder jóvenes. Y sin embargo, el observatorio económico Sadei publicó ayer un informe que demuestra que ésta sigue siendo una debilidad del Principado. Según su balance, basado en los números del Instituto Nacional de Estadística (INE), 3.504 nacidos en Asturias de entre 15 y 44 años traspasaron la frontera. Representan el 0,34% de los 1,034 millones de habitantes con que contaba la región por aquel entonces. Únicamente regresaron 1.639.

La salida de los más jóvenes afecta particularmente a algunos concejos. Oviedo es el peor parado, con 1.127 emigrantes. La hora de hacer la mudanza le llegó también a 871 gijoneses, mientras que en Avilés fueron 433 los que dejaron la ciudad. Langreo o Mieres perdieron igualmente muchos vecinos menores de 45 años, 137 y 112, respectivamente. Y solo nueve concejos pueden presumir de no haber perdido sangre joven: son Illas, Ponga, Proaza, Quirós, San Martín de Oscos, Santo Adriano, Sobrescobio, Somiedo y Yernes y Tameza.

Si se amplía la horquilla de edad y se atiende también a españoles no nacidos en Asturias y extranjeros, resulta que 14.134 habitantes dejaron la región en 2017, lo que supone un aumento relativo anual del 0,05% respecto al año anterior. Entre los destinos nacionales, mandan Madrid, Castilla y León y Galicia.

En el otro lado de la balanza está la inmigración, tanto extranjera como de españoles que se trasladan al Principado. Estas aportaciones suman un 14.562 entradas y salvan el balance final: por primera vez en los últimos seis ejercicios, el saldo migratorio, que hace balance entre la población que sale a buscarse la vida fuera y aquellos que vienen, no está en números rojos. Gracias a la inmigración, que mitigó el efecto de el éxodo de 14.134 personas, Asturias ganó 428 habitantes. Es la lectura positiva de una sangría que se ceba, sobre todo, con los más jóvenes.

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