La docente Ana Peláez, Cáritas y la Fundación Aladina, galardonados con la Amuravela de Oro
El jurado ha elegido a la exdirectora del IES Selgas de Cudillero y las entidades benéficas entre 16 candidaturas
ángela rodríguez
Viernes, 24 de febrero 2023, 19:32
El preciado galardón asturiano 'Amuravela de Oro', otorgado por la Asociación Amigos de Cudillero, ya tiene nuevos destinos: el IES Selgas, de Cudillero, Cáritas y la Fundación Aladina. Así lo ha determinado, esta misma mañana, el reputado jurado de la edición número 44 del Premio, entre dieciséis candidaturas diferentes.
«Me siento muy agradecida a la Asociación, cuya labor es muy importante no solo en Cudillero, sino en Asturias. Este es un reconocimiento compartido por todo el equipo del IES Selgas», apuntó Ana Peláez, exdirectora del centro educativo. Natural de Avilés, estuvo al frente del instituto pixueto durante casi tres décadas (desde 1995 hasta el 2022). «Un privilegio, el acompañar al alumnado durante una etapa vital tan importante», que la Amuravela dorada pone ahora en valor.
Igualmente agradecida de que su labor recoja frutos asegura sentirse Elsa Suárez Álvarez-Cascos, directora de Cáritas Diocesana. «Recojo lo sembrado por otras direcciones anteriores. Este es un premio para todos. Socios, colaboradores, voluntarios…», asegura. Al frente de la entidad desde hace un año, señala las necesidades sociales y de recursos que aumentan en los últimos tiempos.
Fuera de la región pero estrechamente vinculados a ella, la familia Arango ha logrado también hacerse con la Amuravela por su labor en la Fundación Aladina. Una entidad que desde 2005 trabaja con menores con cáncer y sus familias. «Es un premio asturiano muy importante. Y es un orgullo para mí compartirlo con Cáritas, de quien soy fan y socio. Agradecemos mucho el apoyo de la Asociación Amigos de Cudillero, porque con esto nos dan credibilidad de cara a los socios, que es lo importante», reconoció Paco Arango, presidente de Aladina. Al pie del cañón desde 2001, Arango destaca la fortuna que le supone su fe, que lo sostiene frente a las pérdidas inevitables de los pequeños con los que trabaja la Fundación. «El 80% de los niños con cáncer se curan. Así que hay un 20% que no. Si multiplico eso por los 21 años que llevo de labor… son muchos niños que perdí, de los que siempre me acuerdo», señaló Arango, emocionado.