El Principado aprueba dos nuevas exhumaciones en Grado y Valdés para recuperar los cuerpos de 18 represaliados

La viceconsejera de Derechos Ciudadanos, Beatriz González Prieto, y la directora general de Memoria Democrática, Begoña Collado, explicaron que se tratará de la cuarta y quinta intervención de este tipo en lo que llevamos de esta legislatura, en la que, por primera vez, se han puesto en marcha exhumaciones con fondos públicos gracias a la Ley de Memoria Democrática. En diciembre de 2024, recordaron, se procedió a las exhumaciones de otras tres fosas comunes en La Caridad (El Franco), Santianes (Grado) y en el Molín de Xilu (Las Regueras). «Han sido muchos años de silencio, de no poder dar respuesta a las familias ni devolver la dignidad a las personas asesinadas, y ahora hacemos ese ejercicio de verdad, de justicia y de dignidad», celebró la viceconsejera.

González Prieto concretó que los primeros trabajos comenzarán esta misma semana en la fosa común del cementerio parroquial de Santianes, en Grado, donde se espera recuperar los restos de once personas del concejo asesinadas durante el Franquismo, según los trabajos de investigación realizados previamente y la información facilitada por las familias. «Es mucha la documentación que nos aportan las familias que solicitan estas exhumaciones para que el comité pueda dar el visto bueno», aclara la viceconsejera, quien advierte de que aún así una vez que comienzan los trabajos puede pasar de todo, que aparezcan más cuerpos de los previstos o que no se encuentren restos, ya que han transcurrido muchos años desde que se cometieron estos asesinatos. Las tareas, que llevará a cabo el grupo Arqueros de la Universidad de Oviedo, dirigido por el catedrático de Arqueología, José Avelino Gutiérrez, podrían prolongarse durante unos diez días.

En septiembre comenzará la segunda exhumación prevista en esta fase, concretamente en Carcedo, en el concejo de Valdés, donde se cree que puede haber «entre seis y siete personas asesinadas». En este caso, explicó la viceconsejera, se trataría de jóvenes de entre 17 y 21 años procedentes de Brañalonga (Tineo) y La Espina (Salas) que pertenecían a una charanga de música y «cuyo principal delito era que en algunas ocasiones tocaban el himno de Riego cuando iban a las fiestas de los pueblos», lamentó. «Incluso nos cuentan los familiares que les llevaron totalmente engañados, diciéndoles que iban a actuar, y fueron voluntariamente con sus instrumentos. Les dijeron que iban a tocar música y lo que les esperaba era la muerte. Se les quiso involucrar con el Partido Comunista aunque ninguno de ellos tenía afiliación política alguna», ahonda la directora general.