El Principado pide extremar las precauciones para evitar más fuegos

En la comarca suroccidental de Asturias se registraban ayer cuatro incendios, repartidos en tres municipios. En Ibias, los bomberos lograron aplacar las llamas en Uría y en Folgueiras de Aviogua, dándose ambos por controlados. Y en la localidad canguesa de Las Tiendas, se lograba «estabilizar» el fuego.

En cambio, en el concejo de Degaña no cesaban las labores de extinción de un fuego, en pleno parque de Fuentes del Narcea, que se iniciaba el miércoles por la tarde. Unas labores centradas ahora en tratar de controlar el flanco izquierdo, en dirección Fondos de Vega, que ya supera el kilómetro de longitud. En la zona trabajaban una treintena de bomberos y se desplegaron ayer dos helicópteros de la BRIFF de Tineo, el Kamov -del Ministerio de Agricultura- y otro par del Servicio de Emergencia del Principado de Asturias. En la zona, luchaban contra las llamas bomberos de los parques de Cangas del Narcea y Proaza y dos empresas forestales, con el jefe de la zona suroccidental al frente del operativo.

Asimismo, en la cuenca del Nalón, bomberos de Caso y San Martín del Rey Aurelio y una empresa forestal, además del guarda del Parque Natural de Redes, se aplicaban en apagar otro fuego en La Foz, en Caso, que a última hora de ayer seguía activo.

En Degaña, los vecinos se mostraban más aliviados tras ser controlado el fuego en el flanco derecho, el mismo que en la tarde del jueves se acercó al cementerio, la iglesia y el consultorio médico de la localidad del mismo nombre que el municipio. «Era todo llama viva. A última hora, el retén pudo sofocar las llamas gracias a que no había mucho viento», explicaba Verónica Menéndez, que el jueves veía desolada el avance del fuego en las inmediaciones del consultorio.

Sin embargo, no fue el único foco en el que trabajaron los bomberos durante la noche. Gracias a sus esfuerzos, Pepe Llano salvó la finca próxima al cementerio, donde tiene su huerto y sus gallinas. «Tuvimos bastante miedo. Por la noche parecía que apaciguaba, pero llegó hasta aquí», contaba mientras señalaba el terreno devorado por las llamas justo encima de su propiedad. El cementerio y la iglesia, a su izquierda, amanecieron rodeados de ceniza. Siguiendo la dirección del intenso humo por la carretera AS-15, cerca del cruce que conduce a Rebollar, las señales advertían todavía ayer del peligro por desprendimiento de rocas. Las llamas llegaron a la orilla de la carretera a última hora de la tarde del jueves.

Aunque ninguno de los vecinos se atreve a señalar las causas del incendio, la mayoría sospechan que la mano del hombre se encuentra tras este desastre. «Si realmente fue intencionado, desconozco qué intereses pueda haber detrás. Lo único que sé es que el incendio ha acabado con gran parte de la riqueza paisajística de Degaña. ¡Quién va a venir a ver un paisaje desértico!», lamentaba Verónica Menéndez. Por el momento, no se han concretado las hectáreas arrasadas por las llamas ni tampoco las causas del fuego contra el que luchan todavía en Degaña. Ayer por la noche, la tercera, volvió a quedar un retén para tratar de poner coto a las llamas.