El propietario de la mina de Cerredo a un guarda: «Somos todos paisanos y con voluntad todo se arregla»
El empresario Chus Mirantes dijo el pasado septiembre a un funcionario que él era el dueño y tenía «contacto con niveles altos y con Medio Ambiente»
La comisión de investigación abierta en la Junta General para aclarar lo ocurrido en el accidente de la mina de Cerredo (Degaña) inicia ... hoy la fase de comparecencias. Lo hará escuchando esta semana a una serie de guardias del Medio Natural, cuerpo que acumula diversos informes quejándose de infracciones ocurridas en la explotación.
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El 23 de abril de 2022, por ejemplo, Combayl ya ha comprado el Grupo Cerredo, pero carece de permisos para hacer trabajos mineros. Esa mañana un guarda se pasa por el lugar y detecta «trabajos de transporte de materiales para explotar en una galería (bocamina) de interior conocida como 'el sexto'». En la plaza de entrada describe la «presencia de maquinaria pesada (pala y retroexcavadora, electrogeneradores y madera (apeas de mina) almacenada». El único trabajador al que encuentra le remite a las oficinas para pedir explicaciones, pero ese día no localiza a nadie. Vuelve el 3 de mayo y entrevista al director facultativo, quien asegura que «todavía no habían iniciado la explotación o extracción de mineral y que solo se trataba de trabajos preliminares y preparación pues estaban pendientes de autorizaciones». El guarda firma el parte y pide que se comprueben todos los papeles.
En abril de 2022, junio de 2022, marzo de 2024 y febrero pasado se notificaron vertidos de finos de carbón al río procedentes de una nave de acopios. En la última visita el agente constata que pese a sus quejas la empresa «no ha realizado actuación alguna para paliar el vertido». Desde el principio avisó de que ese problema ponía en jaque una carretera, y en su última inspección asume ya hundimientos ante los que no descarta que se tenga que cerrar.
En otro informe de septiembre de 2024 el guarda ve movimientos en los pisos primero y segundo con ocupación de monte público. El director facultativo defiende que hacen trabajos de mantenimiento, «preparando y limpiando para más adelante sacar o explotar carbón».
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En las oficinas encuentra a Jesús Rodríguez Morán, 'Chus Mirantes', quien se identifica como «dueño» del lugar. Al informarle el guarda de que los trabajos invaden monte de utilidad pública le confirma que ha pedido permisos y las plazas serán utilizadas para explotar carbón: «Que no me preocupe, que ya lo restaurarán y está en contacto con niveles altos y tiene contactos con Medio Ambiente... somos todos paisanos y con voluntad todo se arregla».
El superior al agente preguntará a Minas y, al entender que tiene los permisos, concluye que no procede hacer más.
El 4 de octubre pasado el guarda detectó que abría una zanja en el segundo piso. El director facultativo adujo que lo hacía «para canalizar el agua y evitar que se inundara la galería próxima de la mina», añadiéndole que «tiene pensando seguir más adelante con este tipo de trabajos». El problema es que la zanja se abría en un monte de utilidad pública sin tener autorización para ello; la empresa reconoció los hechos y pagó 600 euros de multa. El 9 de junio se le conminó a rellenar el hueco abierto.
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