«La psicóloga me dijo que cambiar de sexo era la solución a mis problemas»
Nagore Goicoechea contó en la Junta su experiencia y pidió «prudencia» antes de «hacer cambios irreversibles en un cuerpo adolescente»
OLGA ESTEBAN
GIJÓN.
Miércoles, 9 de noviembre 2022, 01:02
Nagore tiene 21 años, estudia Psicología en la Universidad de Oviedo y ayer le robó todo el protagonismo a los políticos. La suya fue, sin duda, una de las comparecencias seguidas con mayor interés por todos los grupos políticos, porque todos, sin excepción, agradecieron su «valentía». Porque la ovetense Nagore Goicoechea trató de olvidar por una mañana los insultos y «amenazas» que asegura recibir en las redes sociales por un solo motivo: estar en contra del Proyecto de Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las personas Trans y para la Garantía de los Derechos de las Personas LGTBI. El PP había solicitado su participación en la Comisión de Presidencia «en calidad de interesada».
Ella mismo explicó por qué lo es. «Nunca fui muy femenina», dejó claro desde el principio. Y narró una infancia de juegos «que no estaban considerados de niñas», una infancia de escalar «antes que andar», de no preocuparse por el aspecto físico. Su ropa preferida, un peto. Los vestidos no le permitían libertad de movimiento para lo que a ella le gustaba hacer. Y así fue creciendo, vistiendo con «camisetas y pantalones anchos», contando con los dedos de una mano los amigos que tenía, sin acabar de encajar nunca en clase, más preocupada de sus juegos y manualidades que «del maquillaje o las fiestas». A los 9 años «me crecieron los pechos, a los 10 me bajó la regla», a los 12 era más alta que la mayoría. Empezó también el acoso: «Se metían conmigo, me llamaban jirafa, gorda, bicho raro». Y Nagore, por primera vez, piensa que en su cuerpo hay algo que está mal, «rechazo mi pecho y mis caderas» y trata de ocultar sus formas. «Por momentos intentaba ser femenina, encajar, pero lo odiaba».
A los 15 años comienza a ir a terapia con una psicóloga que «me diagnostica disforia de género y me dice que si transiciono mis problemas desaparecerán». Ella busca información en las redes sociales, «donde los colectivos trans me aconsejan cómo aplastarme el pecho y conseguir hormonas», y comienza a pensar que es transexual. «Por suerte mis padres no me dejaron pedir las hormonas y por suerte me cambiaron de psicóloga. La nueva ni siquiera mencionó el tema trans, sino que trató mis problemas de autoestima y de socialización». Explicó Nagore que con el tiempo aprendió que la transición «se me había planteado como una solución a problemas previos. No tenía ningún problema con ser mujer, sino con las expectativas que la gente se creaba por serlo, y con el 'bullying' que había sufrido». Gracias a la terapia consiguió mejorar sus relaciones y acabaron los problemas con su cuerpo, aseguró.
«Por suerte, mis padres no me dejaron pedir hormonas y me cambiaron de psicóloga»
«Se hormona a menores»
Nagore Goicoechea habló de la Asociación Amanda, madres de adolescentes y niñas con disforia acelerada, críticas con la ley trans. La entidad, dijo Nagore, agrupa ya a unas 350 familias. «Si la ley hubiera estado vigente en aquel momento, yo hubiera transicionado. Si sale adelante, en unos años habrá muchos arrepentidos. Porque hoy hay menores de 12 años hormonados. Y menores de 16 sometidos a una doble mastectomía». «En Asturias se está hormonando a menores», aseguró tajante.
Defendió Nagore la «terapia exploratoria, que no significa que nos neguemos a la transición, sino que trata de saber si hay algún conflicto psicológico previo». Y cargó duramente contra los efectos de la hormonación. «Es mentira que no tenga efectos, desde la esterilidad a un incorrecto desarrollo óseo y cerebral. Antes se daban bloqueadores de forma muy controlada, ahora se dan como si fueran caramelos». Consciente de que «seguro que hay personas que los necesitan para tener una vida plena», Nagoré instó a «la prudencia» también en cuanto a la hormonación cruzada y habló de los posibles problemas de salud que puede conllevar. «Hacer cambios irreversibles en el cuerpo en la adolescencia puede ser muy peligroso». También mencionó en varias ocasiones a José Errasti y su libro 'Nadie nace en un cuerpo equivocado'.
Algunos de los grupos realizaron preguntas a Nagore, que respondió con claridad y contundencia. Rafa Palacios, de Podemos, aseguró que también él recibe amenazas, en su caso por apoyar la ley trans, y, tras agradecer el testimonio de Nagore en reiteradas ocasiones, pidió «no usar el sufrimiento para hacer política».