«Queremos reencontrarnos con nuestro hijo y sabemos que nos está buscando»

Hace ocho años su hijo mayor les hizo una promesa: «Papá algún día os voy a ir a buscar». Hoy ya falta un día menos para el ansiado reencuentro. En 2009 los Servicios Sociales del Principado quitaron la custodia de sus hijos a José Antonio y María Elena al entender que no estaban capacitados para cuidarlos. El mayor tenía 7 años y el pequeño apenas 15 días.

Con lágrimas en los ojos relatan para EL COMERCIO cómo una asistente social les comunicó en el Hospital de Cabueñes que el bebé no podía salir de allí con ellos. «Nos arrebataron a nuestro hijo; se nos fue la vida», asegura José Antonio. Durante los diez días siguientes María Elena tuvo que resignarse a ver a su hijo solo de nueve de la mañana a diez de la noche, las horas que pasaba en el hospital para poder darle el pecho antes de regresar a casa sin su bebé. «Vi cómo lo sacaban por Urgencias, tapado con una mantita azul», cuenta su madre. Los hermanos nunca llegaron a conocerse.

Lo negaron entonces y lo niegan ahora: «Ni teníamos vicios malos, ni nuestros hijos estaban desprotegidos». La pareja asegura que eran una familia que no padecía «grandes necesidades». Por aquel entonces ella trabajaba con contrato fijo para Apta y él era camarero de una sidrería en El Llano. Previamente José Antonio acompañaba en su gira al Circo Royal. Nunca han entendido los motivos, pero reconocen cuál pudo ser el inicio del conflicto. Ambos relatan que en 2008 dejaron al pequeño al cargo de un familiar, que en un momento dado mandó al niño a una tienda cercana a comprar azúcar. «Como no conocía el barrio, se perdió, hasta que acabó entrando en una cafetería», aseguran. El dueño, al ver al menor solo, avisó a la Policía, que acabó denunciando a los padres por abandono. Este episodio fue el detonante de la pérdida de la tutela. «Nos llegó una carta donde decían que teníamos que entregar al niño a los Servicios Sociales, que no le dábamos de comer, que iba mal vestido y sucio y que no estábamos capacitados para cuidarlo». Fueron los propios padres los que lo llevaron hasta Oviedo para entregarlo a los Servicios Sociales. Desde entonces solo podían ver a sus hijos acompañados de un tutor y dentro del régimen de visitas del internado de Villalegre, en Avilés, y del Centro Materno-Infantil de Oviedo. Todo cambió en 2012 cuando los niños fueron dados en adopción. «Nunca más supimos de ellos. Es una pena que tendré para toda mi vida», explica su madre.

Mantienen la versión que dieron a este periódico en 2009 y aseguran que «las asistentes sociales solo nos pusieron trabas para recuperarlos». «Nunca antes nadie nos había llamado la atención por el cuidado de nuestros hijos, nunca les faltó nada», insisten.

Apenas unos meses después de cumplir 18 años, su hijo mayor no se olvida de la promesa que le hizo a su padre. «Queremos reecontrarnos con él y sabemos que nos está buscando», aseveran. Ahora solo centran sus esfuerzos en recuperar, en cierto modo, a sus hijos. Y basan esa esperanza en la mediación de un programa de televisión de Telecinco. «Nos llamaron para decirnos que nuestro hijo estaba buscándonos», dicen. Ahora están recabando documentación para facilitar el reencuentro.

«Deben saber que siempre hemos luchado por volver a encontrarnos». Ahora solo será cuestión de tiempo que recuperen el tiempo perdido. «Es de justicia que al menos tengan la oportunidad de conocer nuestra versión de por qué perdimos su custodia. No somos ningunos delincuentes», afirman José Ramón y María Elena. Con resignación aceptan que el reencuentro con su hijo menor, que tiene 11 años, debe esperar.