«El radar desconectado del aeropuerto no es imprescindible»
Enaire segura que seguirá apagado hasta final de año, aunque los controladores, PP, IU, Foro y Ciudadanos critican «la chapuza»
CHELO TUYA
GIJÓN.
Viernes, 31 de agosto 2018, 03:27
Enaire «garantiza» la seguridad de los vuelos en el aeropuerto de Asturias, ya que considera que «no es imprescindible» el radar de multilateración que lleva desconectado desde abril. El gestor de navegación aérea confirma todo lo adelantado ayer por EL COMERCIO y afirma que el sistema, que la torre de control considera «clave», seguirá apagado hasta finales de año, cuando se complete «su actualización».
Mientras tanto, Enaire asegura que la torre asturiana utiliza un servicio «de aproximación convencional» y que el vuelo de los aviones «se controla por radar desde Madrid». Apunta, además, que la torre asturiana cuenta «con la información de los radares de Solórzano y As Pontes».
Reconoce que el radar de multilateración permite ubicar de forma exacta a todas las aeronaves que utilizan el espacio aéreo asturiano. Sin él, los controladores no detectan a los aparatos que vuelen por debajo de los 4.000 pies, (1,2 kilómetros), incluso en algunas zonas la 'ceguera' llega hasta los 6.000 pies (1,8 kilómetros). Fue el asturiano el primer aeropuerto español en contar, en 2009, con este dispositivo formado por diez antenas. Seis de ellas están repartidas a ambos lados de la pista, mientras las otras cuatro se encuentran ubicadas en Cudillero, Cabo Peñas, Picu'l Sol y Gorfoli. Ellas 'hablan' con todos los aparatos voladores que cuenten con respondedor. Es decir, con todos los aviones comerciales, así como con las avionetas y los ultraligeros de última generación. Ese cruce de mensajes entre las antenas y las aeronaves se convierte en una ubicación que aparece en el radar de la torre de control.
Por ese motivo, las explicaciones de Enaire no convencen a los profesionales de la torre de control. Desde la Unión Sindical de Controladores Aéreos se habló ayer de «zona crítica de seguridad», a la que no tienen acceso con la desconexión del radar. «Es una herramienta esencial para completar la cobertura por radar en la región y, especialmente, en las proximidades del aeropuerto».
Según explica el sindicato en un comunicado, «en esta zona las aeronaves comerciales de pasajeros se encuentran a muy poca altitud realizando las maniobras de aproximación. Es una zona crítica de seguridad, ya que en ese momento comparten altitud con otras aeronaves ligeras de aviación general y con helicópteros».
«Gestión liquidacionista»
Situación que desde Foro se califica como «una chapuza impresentable e inadmisible» que merece, a juicio de la diputada Carmen Fernández, «la dimisión del responsable». Al menos explicaciones pide Ciudadanos. «Es necesario que alguien diga por qué ha ocurrido esto», apunta el diputado Armando Fernández Bartolomé, mientras para IU que la torre asturiana lleve desde abril sin el radar de multilateración es una prueba «de la gestión liquidacionista que Enaire está haciendo en el aeropuerto asturiano».
Así de contundente se mostró Gaspar Llamazares que suma el 'apagón' del radar de multilateración «a la supresión de los vuelos de emergencias». No entiende el portavoz de IU que renovar el software del radar «se convierta en la obra del Escorial». Considera que estas decisiones «son inaceptables» y demuestran «la mala gestión de Enaire del aeropuerto de Asturias». Asegura, además, que «en otros sería una gestión inadmisible».
Si los controladores hablaban ayer de «volver al siglo pasado», Llamazares utiliza otro símil. «Es como dejar una carretera sin señales a la espera de su renovación» y lamenta que se haya hecho «durante el verano, en plena temporada al alza de los vuelos». Por ese motivo, exige «la restitución inmediata» del servicio, debido a «la orografía particular de Asturias y a su climatología».
Una exigencia que también hizo suya el Partido Popular. Para el diputado Pedro de Rueda lo que está ocurriendo es que «el aeropuerto de Asturias no importa a la Administración». Ni a la central, encargada de su gestión, «ni a la regional».