«Era muy risueña, siempre con buena cara y muy trabajadora»
A Rosa Banquetero la recuerdan «de siempre». Natural de Oviedo, tenía 50 años y un hijo de 20. Llevaba trabajando en el HUCA desde que empezó la residencia. Lo hacía como técnico especialista en radiología, que esto podía ser en urgencias, en consultas, en UVI, quirófano o donde tocase. «Todo el mundo la conocía, también fuera del servicio, porque que era muy agradable y alegre», recordaba ayer su compañero y amigo Javier Menéndez de Salas. Sobre si muertes como esta servirán al menos para concienciar a los aún descreídos sobre el peligro de la covid, Menéndez de Salas señala que «en la calle todavía mucha gente no lo ve; alguien dice que deberían hacer una visita por las UCI para comprobarlo».
La supervisora del servicio, Cruz Cuevas, reconocía ayer sentirse «muy noqueada» con la noticia del fallecimiento. «Era muy risueña, siempre con buena cara y buen humor, y muy trabajadora», recordó con palabras entrecortadas.
Sus amigas, de tantos años, y que ayer salieron en masa a las puertas del hospital para rendirle un homenaje contaban que, como muestra de «su carácter siempre jovial y divertido» era que siempre utilizaba las palabras «vidi» o «cari» para referirse a los demás. Términos cercanos, de empatía y que son rasgos que definen por sí mismos una personalidad.
Ana Vega, enfermera de radiología, recuerda que mantuvo ese buen humor hasta el final. «Cuando ingresó en el hospital lo primero que nos dijo, con una sonrisa, fue 'compañeras, no os preocupéis, que esto no es nada'».
María Josefa García, técnico de radiología, asiente mientras Ana recuerda esta anécdota y le resulta imposible no romper a llorar. «Es que era una persona muy alegre y colaboradora, siempre optimista», destacó. Por ello, coinciden todos los allí presentes, esos minutos de silencio era lo mínimo que podían hacer.