Saldremos
Asturias debe confiar en su capacidad para superar la dramática situación que afronta, pero sin olvidar la importancia del diálogo y la unidad
editorial
Domingo, 15 de noviembre 2020, 01:14
La situación en Asturias es crítica. La pandemia registra cifras máximas de contagios, las camas hospitalarias alcanzan un elevadísimo nivel de ocupación y los responsables sanitarios se ven forzados a habilitar nuevos espacios para cuidados intensivos donde antes había salas de reanimación, vestuarios, gimnasios o quirófanos. . El cierre de las actividades económicas no esenciales ha disparado los ERTE y El Principado agota sus reservas presupuestarias para ayudar a la hostelería, el turismo, el pequeño comercio y los sectores de la cultura y el deporte. Aún con todo, si nos mantenemos unidos ante la adversidad saldremos adelante.
Los cierres perimetrales de las principales ciudades, las restricciones a la movilidad nocturna, la prohibición de salir o entrar en la comunidad autónoma y la clausura de las actividades económicas no esenciales han fracasado en el objetivo de reducir los contagios. Durante la última semana han ido empeorando todos los indicadores, registrándose ayer sábado un nuevo récord de 793 infectados, con un índice de positividad del 11,45%, y 23 fallecimientos. El 68% de las camas UCIs disponibles están ocupadas; el nivel de ocupación en las 3.000 camas de hospitalización es del 67%, un porcentaje que se eleva hasta el 85% en el HUCA, 91% en el Hospital de Cabueñes y el 76% en el San Agustín de Avilés.
En la red sociosanitaria, compuesta por 270 residencias para la tercera edad, un tercio han registrado casos positivos entre los usuarios y los trabajadores. Solo entre el 3 y el 9 de noviembre hubo 26 brotes con 301 casos positivos, falleciendo en esa semana 52 usuarios. En los geriátricos se ha concentrado el 57,4% de todos los decesos producidos por covid-19. En los establecimientos para la tercera edad residen 13.000 usuarios y trabajan 7.500 profesionales. En los geriátricos la ayuda a las personas con autonomía restringida exige contacto físico, así que no es fácil impedir el paso al virus. En la actualidad, tienen una problemática añadida derivada de la creación de zonas de aislamiento para infectados al no disponer de suficiente plantilla para dedicarla exclusivamente a esas zonas. El Principado ha localizado a un millar de desempleados con formación sociosanitaria para poder cubrir las necesidades de personal. Para hacer frente a la fase alcista de la pandemia el Principado ha prorrogado hasta el día 28 las restricciones a la movilidad recogidas en la 'fase 2 modificada'. Descartado el confinamiento domiciliario por la limitación del Gobierno central, como medidas complementarias se baraja extender el cierre perimetral a otros concejos o ampliar la restricción de actividad a más negocios.
El cierre de la hostelería y el pequeño comercio ha provocado manifestaciones por ciudades y pueblos de Asturias. En respuesta, el Principado ha acelerado sus planes y anunció un fondo de 33,3 millones de euros para el pequeño comercio (8,4 millones), hostelería y turismo (19,7 millones), cultura (3,1 millones) y deportes (2 millones). El fondo tendrá 17.658 beneficiarios entre pymes y autónomos. Las ayudas irían desde los 1.500 euros hasta los 4.000, empezando por los autónomos sin mano de obra contratada hasta llegar a los negocios con diez empleados. El anuncio de las ayudas ha sido bien recibido, ya que el cierre había propiciado la presentación de 2.350 expedientes de regulación temporal de empleo, con 5.207 trabajadores afectados. El pequeño comercio sigue reivindicando la apertura al considerar que su actividad no conlleva una mayor transmisión del virus. En otros sectores, como la hostelería y el turismo, se demanda un plan de rescate. Lo importante es que se ha dado un primer paso, con una cobertura económica estimable, que deberá tener continuidad.
El fuerte aumento de los contagios y las consecuencias económicas derivadas de las medidas tendentes a reducir la movilidad y preservar el distanciamiento social nos colocan en una situación límite. No hay que perder la serenidad ni dar estocadas de ciego. Ni los buenos datos del verano eran una llamada al olvido de las más elementales precauciones, ni la rampante curva de contagios y las pérdidas económicas en importantes sectores deben llevarnos a la impotencia. Se impone la disciplina individual, la confianza en los admirables profesionales de la sanidad, el diálogo de las instituciones con los sectores económicos y el mantenimiento de la unidad. En el diálogo se incluye la interlocución con el Gobierno central para que acceda a las medidas que desde el Principado se soliciten, porque nadie mejor que la propia región para saber sus necesidades. Unidad y confianza en el futuro para salir de esta difícil situación.