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VÍDEO: «La solución para la demografía en Asturias está en la llegada de inmigrantes»

Setenta concejos pierden población de forma continua en el último cuarto de siglo

Ocho municipios tienen descensos superiores de más del 40% de sus habitantes entre 1996 y 2021. Ningún concejo marca su máximo poblacional desde 2014

OCTAVIO VILLA

GIJÓN.

Domingo, 1 de mayo 2022, 01:37

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La última vez que un concejo asturiano marcó su máximo histórico de población fue en 2014. Se trata de Siero, que ese año tenía 52.380 vecinos empadronados y que fue el último en sumarse al declive, más o menos acelerado, poblacional de la práctica totalidad de los concejos asturianos. En el caso de Siero, ha ido bajando hasta marcar un mínimo parcial de 51.509 en 2020, pero aún muy por encima 47.360 con los que inició el año 2000 o los 22.503 que en 1900 hacían de Siero un municipio de respetable entidad, al punto de que era el quinto más poblado de toda la región, por detrás, y en este orden, de Oviedo, Gijón, Valdés y Cangas del Narcea. Avilés era el 15º.

En un contexto demográfico difícil, como se viene planteando en las últimas semanas tras el avance de los datos del padrón continuo (aún no oficiales) a 1 de enero de 2022, en los que Asturias vuelve a su población de mediados de la década de los 60, con 1.004.499 vecinos, lo cierto es que las tendencias demográficas se muestran tozudas y firmes en direcciones problemáticas.

La primera de esas direcciones es el marcadísimo descenso poblacional, acompañado de un preocupante incremento de la media de edad, en la práctica totalidad de los municipios rurales de Asturias. En la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística, que se inicia en 1996, se comprueba que de los 78 municipios asturianos tan solo ocho han registrado un crecimiento neto de población en ese cuarto de siglo. Se trata, por orden de mayor crecimiento porcentual, de Noreña y Llanera, ambos por encima del 20% de crecimiento neto; el ya mencionado Siero, con casi el 11,5%; Oviedo, rozando el 9% y el raro caso de Sobrescobio, frisando el 8%, además de Llanes (3,24%), Villaviciosa (2,79%) y Gijón (1,71%, con la particularidad de que marcó su máximo de población, en 277.733 habitantes, en 2012 y en la última década ha venido perdiendo habitantes de forma sostenida hasta los 268.896, lo que sitúa a la ciudad en una dinámica preocupante, casi equiparable a la de algunos concejos rurales).

Picos en 2009 y 2012

Dicen los expertos del Observatorio del Territorio de la Universidad de Oviedo que estudiando una pirámide demográfica se puede «hacer historia» y predecir con un aceptable grado de aproximación. Dentro del siglo XXI, en Asturias se distinguen por el momento dos, casi tres, periodos muy claros en lo que a demografía se refieres.

El primero, grosso modo, coincide con los efectos aparentemente positivos de la burbuja económica que fue in crescendo hasta 2008. Durante todo ese periodo, la población creció, tanto en total como muy especialmente por el aporte de una inmigración creciente. Los inmigrantes del siglo XXI, anotan los expertos que en el Observatorio del Territorio dirige Felipe Fernández, se distinguen de los de los siglos anteriores en «la volatilidad». Los de ahora son personas más proclives al cambio de destino, a venir o a irse de la región, en función del clima económico que perciben. Por eso, y aunque Asturias es la tercera región con menor porcentaje de inmigrantes, en 2010 llegaron a superar la cifra de 50.000, para luego marcar una tendencia a la baja muy clara hasta 2017.

Así las cosas, y con un crecimiento vegetativo acelerado progresivamente en lo negativo (durante todo el siglo XXI han ido disminuyendo los nacimientos anuales y creciendo los fallecimientos, al punto de que el año pasado los segundos casi triplicaron a los primeros) la dinámica apunta a que el nivel del millón de habitantes se perderá en algún momento de la segunda mitad del año.

La población Asturiana marcó dos picos máximos al inicio de la crisis de 2008. Uno para toda la región en 2009, con 1.085.289 habitantes, la cifra más alta del siglo, pero no de la historia.

El otro pico fue municipal. Tanto Gijón (277.733) como Oviedo (225.973), Llanera (14.167) y Castrillón (22.950) marcaron sus máximos en 2012. A partir de ahí, todo ha sido bajada, con las testimoniales excepciones de cuatro pequeños municipios: Muros del Nalón, que pasó de 1.911 vecinos en 2012 a 1.921 en 2021. Cabranes (de 1.074 a 1.111), Illas (de 1.038 a 1.045) y Santo Adriano (de 263 a 277). Y son los municipios que pueden tener una cierta lectura positiva en el siglo XXI.

La negativa la encabezan los ocho concejos que en los últimos 25 años han perdido más del 40% de su población. De más a menos afectado son Illano (pasó de 689 habitantes a 320, perdiendo el 53,56% de su población en un cuarto de siglo); Ibias (de 2.307 a 1.182, un 48,76%); Pesoz, (de 268 a 141, un 47,39%); Degaña, muy afectado por el cierre de la minería, (de 1.605 a 852, el 46,92%) Boal (de 2.720 a 1.452, un 46,62%); Villayón (de 2.040 a 1.150, un 43,58%); Grandas de Salime (de 1.387 a 792, un 42,9%), y Belmonte, de 2.456 a 1.439, un 41,41%).

¿Qué tienen en común todos estos concejos? Hay algo evidente: Todos ellos son del occidente de la región (mayormente, del suroccidente, donde el abandono del campo generalizado en la región se unió al cierre de la minería). De hecho, solo dos concejos del occidente, Navia y El Franco, han perdido menos del 10% de su población en los últimos 25 años. El primero, como cabecera de comarca y con el tren económico que suponen Ence y Reny Picot, ha limitado los daños a una pérdida del 9,13%, pasando de 9.136 a 8.302). El segundo, uno de los concejos que históricamente menos variación demográfica han mostrado, perdió en ese periodo un 9,85% de sus vecinos, y pasó de 4.193 a su cota histórica más baja en 2020, con 3.760, apenas amortiguada por la suma de 20 habitantes más en el último padrón oficial.

Entre medias, una pléyade de 52 concejos que perdieron del 10% al 25% (24 de ellos, con Avilés, Langreo y Cabrales como más destacados) o aún más, del 25% al 40% (28, entre los que destacan Mieres, Tineo, Valdés, San Martín del Rey Aurelio o todos y cada uno de los municipios de Los Oscos. No es por casualidad.

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