El patronato del Museo de la Sidra trata por cuarta vez de desbloquear su presupuesto

El patronato de la Fundación de la Sidra se reunirá esta tarde, por cuarta vez, para tratar de aprobar su presupuesto. Su supervivencia está actualmente cuestionada debido a la falta de consenso en un órgano en el que están representados los ayuntamientos de Nava, Bimenes, Cabranes, Colunga, Villaviciosa, Gijón y Siero.

Las diferencias existentes entre el abanico de signos políticos que abarcan su composición han empezado a hacer mella en una institución que debería estar al margen de la política y cuya mediatización está cuestionando su futuro, lamenta su presidente y alcalde de Nava, Emilio Ballesteros, quien cree que «hay gente que utiliza el patronato para ajustar cuentas políticas».

La inclusión de la Consejería de Turismo en su organigrama era una de las aspiraciones que, a su juicio, podría contribuir a mejorar su promoción. «El museo tiene ese componente turístico, que es un activo y la solución que a priori necesitamos», señala el primer edil naveto.

El año que viene el museo cumplirá 20 años de funcionamiento. A siete meses vista, Emilio Ballesteros no está convencido de que pueda celebrar el aniversario abierto y a pleno rendimiento. «En el año 2010, que fue su etapa álgida, el museo recibió 100.000 euros y ahora, con el recorte, hablamos ya de 35.000 euros. Un museo necesita inversión para seguir funcionando y eso es lo que le hace falta», lamenta el alcalde. El presupuesto que se debatirá encima de la mesa ronda los 175.000 euros. Actualmente, el Museo de la Sidra dispone únicamente de dos trabajadores a tiempo completo. Una escasa plantilla que limita su actividad. «El Museo de la Sidra no es el Niemeyer de Avilés», ironiza el alcalde de Nava ante la escasez de apoyo regional. «Está claro que aquí no se pagan viajes, ni dietas, ni kilometraje», compara con el centro cultural avilesino.

De momento están sobreviviendo con las aportaciones municipales y de la Caja Rural. No obstante, las diferencias económicas en las aportaciones -Nava, sede del mueso, da 20.000 euros frente a otros municipios que aportan tan solo 500 euros- no tienen correlación alguna con la representación en el patronato, que es la misma para todos por igual.