Condenan a dos años de cárcel al profesor de Nava acusado de abuso sexual a un menor

El profesor de apoyo de Infantil del colegio público de Ceceda, en Nava, acusado de un presunto delito de abuso sexual continuado sobre un alumno del centro, un niño de 9 años en el momento de los hechos, ha sido condenado a dos años de prisión por el Juzgado de lo Penal número 1 de Oviedo. Todo sucedió en el curso 2015-2016. En 2018, el docente fue absuelto del delito, pero la Audiencia Provincial de Oviedo anuló el pasado mes de agosto la sentencia y ordenó repetir el juicio. La vista volvió a celebrarse, a puerta cerrada, el pasado enero.

Ahora, la magistrada, junto a la pena de cárcel, le inhabilita durante cinco años para ejercer cualquier trabajo, remunerado o no, relacionado con menores, además dos años de libertad vigilada y cuatro de alejamiento sobre la víctima. Tiene prohibido acercarse al alumno a menos de trescientos metros y comunicarse con él durante cuatro años.

La sentencia, que no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial, destaca que la conducta continuada del profesor «denota una clara intención de dar un paso más, acercándose al niño como acto preparatorio para actos pedófilos, determinando al menor a conductas sexuales absolutamente improcedentes para su edad».

En la última vista oral, el docente volvió a reconocer la existencia de conversaciones con la víctima, pero, al igual que hizo en el primer juicio, negó cualquier intencionalidad sexual. Sin embargo, el letrado de la acusación, Luis Tuero Fernández, afirmó que estaba «claro» que esas conversaciones eran del todo inadecuadas para un menor. «Entendemos y seguimos pensando que esas conversaciones eran constitutivas de delito. Era un profesor y esas conversaciones con el alumno de 9 años eran del todo inadecuadas», explicó Tuero, en declaraciones tras la vista oral. Tuero también destacó el «buen trabajo del Ministerio Fiscal», que mantuvo la petición de la pena inicial.

La sentencia del Juzgado de lo Penal recoge que durante la jornada escolar, y dentro de propio colegio, «el acusado mantenía contacto con alumnos de Primaria, de los que no era profesor, prodigándoles excesivas y desproporcionadas muestras de cariño, dándoles besos y abrazos, e incluso participaba con varios estudiantes, con edades entre los 9 y 12 años, en conversaciones a través de la aplicación de internet Skype. Las conversaciones con la víctima, según el fallo, se producían siempre «en horario nocturno y eran de índole sexual, induciéndole a hablar de la masturbación e incluso practicarla».

Asimismo, «agasajaba al menor con regalos, como mandos, un volante, unos pedales y varios juegos para la Play Station, diciéndole en alguna conversación: ¿Solo te importo porque te regalé cuatro juegos, ho?».

La juez insiste en la sentencia en que durante los meses que el procesado mantuvo estas conversaciones con el menor, este «disminuyó su rendimiento académico, llegando a suspender exámenes, a pesar de que obtenía buenas notas.