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El hostelero Bernardo Álvarez, dueño del Trasteve, 'crucificado' en Grado. E. C.

Un hostelero de Grado, 'crucificado' tras ser obligado a cerrar su local

El juzgado ordena la clausura del Trastevere, que cuenta con los permisos del Ayuntamiento y del Principado, tras una denuncia de un vecino

P. A.

Oviedo

Domingo, 15 de octubre 2023, 14:32

En día de mercado, Grado vivió este domingo una llamativa protesta de un hostelero condenado a cerrar su negocio, su modo de vida, a pesar de haber conseguido, según explica, los permisos necesarios del Ayuntamiento y del Principado. Bernardo Álvarez, dueño del gastrobar Trastevere, situado en un edificio catalogado, se ve abocado a la calle por orden judicial. A media mañana, cubierto tan solo por un pequeño trozo de sábana, a pecho descubierto y descalzo, se paseó por la villa moscona portando una pesada cruz ante la mirada atónita de muchos. Delante de un cartel de obras de un centro cultural, y ayudado por tres personas, fue 'crucificado'; sobre sus brazos, tres camisetas que centraban su protesta contra el Ayuntamiento, Patrimonio del Principado y el Tribunal Superior de Justicia. Después, llegaron los latigazos.

Una particular protesta de un hostelero desesperado que anteayer recibió la notificiación, ­tras una sentencia firme del pasado mes de marzo, de que debía clausurar el Trastevere, del que no solo depende el hostelero, sino otros cinco empleados más.

«Me veo en la calle. No sólo yo. Hay cinco empleados, aparte de mí que también soy empleado de la sociedad. Tengo un niño pequeño, una hipoteca de la casa, la de aquí y voy a tener que devolver una subvención». El Trastevere era su sueño y su modo de vida. La historia hasta llegar hasta aquí es larga. Compró el local en enero de 2020 y solicitó al Ayuntamiento de Grado todos los permisos necesarios, que le fueron concedidos; después, la apertura del local pasó por Patrimonio del Principado, al estar el negocio en un edificio catalogado. Tras once meses de espera, también recibió la aprobación necesaria. «Pasaron dos años y medio desde que compré el local hasta abrir», pero entonces llegó una denuncia de un vecino que logró tumbar la licencia apoyándose en que contravenía el catálogo de edificios protegidos del concejo. Finalmente, tras una sentencia firme de marzo, la magistrada titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 6 dictó una providencia, fechada el 29 de septiembre, por la que concedía al Ayuntamiento de Grado un plazo de diez días para clausurar el establecimiento Trastevere Delicatessen S. L. Ante esto, el Consistorio informó entonces que comprobaría su cierre efectivo en el plazo dado por la jueza a través del preceptivo informe policial.

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