El premio a los 'Asturianos de braveza'

Los Premios Yumper 'Asturianos de Braveza' no están hechos para el prototipo social estándar de triunfador, sino para aquellas personas que entregan su vida en favor de sus comunidades desde el más absoluto anonimato. La asociación cultural Yumper para la Defensa de los Valores Humanos entregó ayer, en el centro cultural de La Fresneda, cuatro galardones correspondientes a la décima edición de sus premios. «Si veinte años no son nada, diez años es la mitad de nada», bromeó el presidente de la asociación, Víctor Vázquez.

Antes de comenzar con la entrega de premios, la artista cubana Susana de la Cruz, que formó parte de la Orquesta Sinfónica de La Habana entonó el himno de la asociación con una gaita para, posteriormente, rendir un homenaje a los socios fallecidos con su flauta travesera, entonando una pieza de Vivaldi. Dos homenajes muy emocionantes que, en varias ocasiones, quebraron las palabras de los familiares de los fallecidos.

El primer galardón se le entregó al Coro Voces Blancas del Nalón, que desde hace diez años trabaja para «inspirar y cambiar vidas» a través de la música. En una década de vida han logrado crecer tan exponencialmente que actualmente están divididos en cinco secciones y han conseguido mostrar su talento a los representantes de la Organización de la Naciones Unidas o interpretar algunas de sus piezas en la Catedral de Notre Dame de París. Para el público sierense, los artistas prepararon ayer una versión de la tradicional canción irlandesa 'Jerusalem', la cual representaron casi a oscuras y con velas. Y antes de recibir el tradicional galardón, que consiste en una copia numerada del retrato de la mascota que da nombre a la asociación, interpretaron 'Crossing the bar', que desató el aplauso de los asistentes.

Seguidamente fue el turno de Jaime Francisco Pérez 'Yimmy', un policía local de Soto del Barco, que lleva más de veinte años de forma altruista animando la vida cultural de ese concejo, ya que organiza todas las semanas sesiones de cine para los vecinos, encargándose de la selección y de la proyección de las películas. «No se limita a apoyarte de palabra, va hasta donde haga falta para ayudar a los suyos», indicaron sobre su labor.

«Nadie nos puede impedir soñar». Fueron las primeras palabras en el discurso de Rocío Álvarez, vicepresidenta de la Fundación por la acción social Mar de Niebla, que lleva desde 2004 dedicando sus esfuerzos a la integración social, laboral y cultural de los colectivos desfavorecidos de los barrios obreros de Gijón.

Otra de las premiadas fue una de las viejas conocidas de la política asturiana, Laura González Álvarez, quien desde joven fue una «auténtica» luchadora desde la actividad en plena dictadura franquista y que durante su vida política se hizo cargo de la presidencia de la Junta General del Principado de Asturias, ocupó un cargo de Eurodiputada en Bruselas y un sillón en el parlamento avilesino como concejala de Izquierda Unida.

Los Premios Yumper volvieron a triunfar como cada año y sus organizadores ya buscan a los héroes anónimos para 2021.