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Andrés Fernández, María Jesús Alonso e Iván Sierra observan el avance del argayo. PALOMA UCHA
«Solo nos queda cruzar los dedos y esperar que llueva poco», confían los vecinos

«Solo nos queda cruzar los dedos y esperar que llueva poco», confían los vecinos

«La gente está muy preocupada. Dormiremos pendientes de si pasa algo», explicó Luis Batalla, delegado territorial de la parroquia

A. G.-OVIES

VILLAVICIOSA.

Viernes, 8 de noviembre 2019, 03:12

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Tazones entero se ha volcado con las familias afectadas por el argayo. Cuatro viviendas tuvieron que ser desalojadas ayer por el gran desprendimiento provocado por las intensas lluvias en una de las laderas del pueblo. Aunque la residencia de Pilar Fernández, propietaria del hotel Las Terrazas -también afectado por el alud- fue la peor parada, efectivos de Policía Local y Bomberos decidieron cerrar las casas cercanas ante un posible peligro. «La gente está preocupada, pero es todo muy reciente. Creo que dentro de unos días, cuando nos paremos a pensarlo, nos daremos cuenta de lo que podría haber sido», explicaba ayer Luis Batalla, delegado territorial de la parroquia.

Los vecinos estuvieron durante todo el día de ayer en la calle siguiendo las labores de la Policía y los Bomberos, pero sobre todo arropando tanto a Fernández como al resto de afectados. «Nos tienen a su lado para todo lo que necesiten», aseguraron. Todos ellos son conscientes de que es una situación que «no se soluciona en dos días, va a llevar tiempo. Solo nos queda cruzar los dedos y esperar que llueva poco», comentaban esperanzados a última hora de la tarde. Poco después regresaron a sus casas para pasar una noche que, reconocían, «no va a ser fácil. Dormiremos pendientes de si pasa algo y si sigue lloviendo mucho acabaremos subiendo para comprobar que todo está bien». Una preocupación normal, aunque efectivos de Protección Civil realizaron durante toda la noche labores de seguimiento.

Su esperanza, según reconocieron, está en que los desprendimiento sigan siendo básicamente barro, como ocurrió a lo largo de todo el día de ayer. «Piedras cayeron muy pocas. Una grande a primera hora de la mañana en la terraza de una vivienda, pero el resto fue casi todo barro y agua. Esperemos que siga siendo así», apuntó Batalla, quien reconoció desear que todo esto pase pronto para empezar a trabajar y poder comenzar a retirar todo lo que cayó hasta el momento.

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