Las playas de Asturias, a rebosar en el fin de semana más caluroso del verano

No es la primera vez que Asturias supera los treinta grados en lo que va de año, pero hasta este fin de semana nunca se habían reunido todos los alicientes para ir a la playa. La jornada más calurosa hasta la fecha se registró el pasado 17 de junio, cuando en algunos puntos de la región se sobrepasaron los 35 grados. Era un jueves en el que mucha gente descontaba los días para disfrutar de sus vacaciones. Este sábado, con 25 grados en la zona costera (se han llegado a superar los 30 grados en puntos del interior como Cabrales e Ibias) en el primer sábado soleado y caluroso de julio, los asturianos acudieron en masa a las playas del Principado, conscientes de que jornadas tan buenas no son tan frecuentes. Eso sí, a tenor de la previsión para los próximos días, habrá que acostumbrarse al calor, porque este no dará tregua a causa de un potente anticiclón centrado en las Islas Británicas que está garantizado un período de estabilidad total y que viene acompañado de una subida de las temperaturas.

De hecho, es probable que las máximas asciendan este domingo dos o tres grados más respecto a las anotadas este sábado, con lo que se alcanzarán los treinta grados en numerosos puntos de la región, por lo que afrontaremos un domingo soleado, caluroso y veraniego en Asturias. Pero las temperaturas continuarán subiendo paulatinamente a lo largo de la próxima semana.

Una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) localizada al suroeste peninsular bombeará más calor de sur a norte por lo que eso será sinónimo de nuevos ascensos térmicos. En Oviedo se mantienen las máximas en 30 grados, pero, desde el lunes aumentarán hasta llegar a los 33 del miércoles. En la zona del litoral, este domingo y el lunes, no se pasará de los 27 grados, pero a partir del martes, se rozará la treintena. Por ejemplo, en Gijón el martes se llegará a los 29 grados, los mismos que habrá en Llanes. En la parte occidental, la ola de calor será más suave que la de junio, pero aún así habrá que lidiar con los 33 grados. Incluso se superarán los 35 grados. Así, al menos, hasta el jueves, el calor estará asegurado en el Principado.

En este contexto, hay quien celebra el poder pasar el día en la playa, mientras otros el único consuelo lo encuentran en que nada tiene que ver el calor de aquí, pese a ser más húmedo, con el de otras partes de España. «Estoy encantado. Es mi primer baño del verano», comentaba Jorge Fernández, que fue una de las personas más madrugadoras de la Playa de Salinas. Otras, como María Abad, desea que el mercurio conceda una tregua, aunque, por ahora, tardará en hacerlo. «Necesito hacer deporte y con este calor es muy agobiante. Que haga sol me gusta, pero esto es demasiado».

Además, el lleno de los arenales también disgusta a quien acude a la playa para buscar una paz que no encuentra. «Muchas veces me baño y vengo a la playa a caminar por el invierno. Se está mucho más cómodo que ahora», afirma Esther García en San Juan de Nieva. En otros arenales de menor extensión, la estampa era incluso más llamativa. En la Concha de Artedo o en San Pedro de la Ribera, por ejemplo, apenas había sitio para una sola toalla más. Además, aparcar era una misión imposible.

Precisamente, el aumento de tráfico es una consecuencia habitual de las jornadas veraniegas con personas de distintos puntos de la región, incluso de fuera de Asturias, que quieren disfrutar de su descanso a la orilla del Cantábrico. Pese a ello, todo transcurrió con normalidad.

Los hosteleros coinciden en señalar que desde la pandemia, los clientes prefieren los exteriores. Esto incluso se produce en invierno en días muy desapetecibles. Lógicamente, en días tan soleados y calurosos como los de este fin de semana, la gente prefiere tomar su cerveza al aire libre y, a poder ser, con vistas al mar. La gente tiende a asociar el lleno en las terrazas con una mejora significativa de las cajas. Sin embargo, no siempre es cierto. «No se puede aumentar la capacidad y, si no hay sitio en la terraza, en lugar de sentarse en el interior como se haría en un día nublado, buscan otra alternativa», señala Joaquín Luzmar, del bar Luzmar Poniente de Gijón.

A esto se añade otro inconveniente. «Nos llegan todos los clientes a la vez. La gente prefiere ir a la playa y consume menos en los negocios. Hay varias horas del día en las que, en otro contexto se haría una buena caja y que, por el contrario, se ingresa menos».

Los socorristas, que sí están ante los días de más trabajo desde que comenzó la temporada, respiran aliviados al ver la inusual calma en la que se encontrabaja ayer el bravo Cantábrico. Este sábado tampoco hubo ni una sola bandera roja en toda la región y de hecho, el color más predominante fue el verde. Además, ni para hoy ni para mañana se prevé oleaje significativo y la temperatura del agua será de 15 grados.

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