«Mi hermano era un campeón en la carretera y en la vida»

El mundo del motor no olvidará a los pilotos Julio César Castrillo, de 50 años, y Francisco Javier Álvarez, de 46, fallecidos a causa de un trágico accidente mientras participaban en el Rally Villa de Tineo. A falta de conocerse el resultado de la autopsia, todo apunta a que el conductor, Julio César Castrillo, habría sufrido un infarto al volante, ocasionando que el coche se saliese de la vía y acabase impactando contra unos árboles. En el siniestro también fallecía el copiloto del vehículo, Francisco Javier Álvarez. Esta mañana, en el templo de San Miguel de Báscones, en Grado, y esta tarde, en la parroquia de San Melchor de Quirós, en Oviedo, no cabía ni un alfiler. Familiares, amigos, compañeros del mundo automovilístico y otras autoridades han querido dar el último adiós a los pilotos.

En el funeral de Grado, el sacerdote Manuel Antonio Jáquez ha destacado que Castrillo perdió la vida practicando el deporte que amaba, rodeado de su gente: «Estaba pasando un momento estupendo con la gente que quería, pero llegan acontecimientos que, como humanos, nos sorprende y los llevamos en el corazón». El sacerdote se ha dirigido directamente a los familiares, apelando al consuelo que ofrece Jesucristo en el trance de la muerte. Palabras cargadas de esperanza que no han bastado para contener la pena profunda de los hermanos de Castrillo o de su mujer, Mirta Rodríguez, que abandonaba el templo entre lágrimas, incapaz de contemplar el féretro de su marido.

Escenas parecidas se han reproducido en la parroquia del barrio de Vallobín, en Oviedo, donde cientos de conocidos han aguardado el momento de dar el último adiós a 'Javi'. La afluencia ha sido tal que decenas de personas se han quedado en la plaza ante la imposibilidad de entrar en la iglesia, tan abarrotada como estaba.

El vicario episcopal, José Julio Velasco, ha recordado a Javi como «un hombre alegre, discreto, que sin mucho alarde estaba donde tenía que estar y haciendo bien lo que tenía que hacer». Se ha dirigido también a la esposa del difunto, Belinda, y a sus hijos, Adrián y Rodrigo, a quienes ha invitado a confiarse en la fe de que Javi seguirá cuidándolos desde arriba. «Hay momentos en los que el silencio dice más que la palabra y este es uno de ellos, solo queda resignarse y rezar», ha afirmado. Al acabar la ceremonia ha intervenido la hermana del fallecido, que ha señalado: «Mi hermano era un campeón en la carretera y en la vida, la prueba es todo el cariño que nos habéis mostrado estos días». Acto seguido, ha pedido un aplauso en recuerdo de 'Javi' y los presentes se han puesto de pie para ovacionarlo.

Al funeral han asistido figuras señaladas de la ciudad como el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, el diputado en la Junta, Pablo Álvarez-Pire, el presidente del Centro Asturiano, José Manuel Granda, o el exregidor de la capital asturiana, Wenceslao López. También han acompañado el duelo de la familia, representantes de la Guardia Civil -donde trabaja la mujer del fallecido- y de Caja Rural de Asturias -entidad colaboradora de la empresa de logística que Francisco Javier regentaba junto a su padre-.

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