El turismo internacional salva a los hoteles y casas rurales en Asturias

En julio, los turistas nacionales dejaron un hueco del 3% en reservas a nivel global, con especial daño para los alojamientos rurales, que vieron cómo vendían un 9% menos de estancias a viajeros españoles; a los campings, que sufrieron un descenso del 7%, y a los hoteles, que registraron una caída del 3% en pernoctaciones nacionales.

En el primer mes de verano completo sólo los apartamentos turísticos vieron mejorados sus números tanto nacionales, como extranjeros. Crecieron un 25% las estancias de turistas españoles en esta fórmula de alojamiento profesional, que no tiene nada que ver con las Viviendas de Uso Turístico (VUT), y se dispararon un 351% la de personas llegadas de otros países. Se alojaron en julio en los apartamentos turísticos asturianos 5.990 extranjeros. Un 178% más que el año pasado.

Tras el pinchazo sufrido por hoteles y casas rurales en julio, un mes clave, junto a agosto, para que el sector turístico asturiano llene la despensa con la que hacer frente a la temporada baja, la radiografía de los datos que facilita el Instituto Nacional de Estadística (INE) evidencia que a lo largo del año han sido los llegados de allende las fronteras españolas quienes han dado oxígeno al sector.

Porque, mientras las estancias en Asturias de turistas españoles bajan un 1% en el cómputo anual, las de extranjeros crecen un 9%. De las 3.407.058 pernoctaciones que se comercializaron en la región de enero a julio, 715.241 han sido pagadas por extranjeros. Y eso permite que el balance de los primeros siete meses del año sea positivo. Ganó Asturias un 3% de turistas y un 1% de reservas hasta julio. Un aumento que incluye damnificados.

Porque el turismo rural asturiano sigue sin recuperarse de la covid. La fórmula de alojamiento de la que Asturias fue pionera en los años 90 crece, pero por debajo de las cifras de récord de 2019. En lo que va de año, acumula un 4% menos de reservas. Y si no perdió más es porque las estancias extranjeras crecieron un 10%.

Tampoco los campings están cerrando un buen año. Acumulan un 7% de descenso en clientes y reservas, básicamente por la caída de el 10% de clientes españoles entre enero y julio. El internacional, un segmento que tradicionalmente ha sido importante en los campamentos asturianos, ha crecido, pero sólo un 1% en lo que va de año. No compensa la caída de 9% de españoles.

En cuanto a los apartamentos turísticos, tienen un 2% menos de clientes en el cómputo anual, pero han vendido un 23% más de estancias. Una tasa inflada por el aumento del 194% de las estancias compradas por extranjeros.

Una llegada de extranjeros que, junto al aumento de estancias en los meses de temporada baja, permite a la región mantener cifras sin números rojos. La viceconsejera de Turismo, Lara Martínez, señaló que «la cuarta parte de los turistas que se alojaron durante el mes de julio en Asturias procedían del extranjero», lo que supone «un crecimiento de más del 25%» en este segmento.

En su opinión, las estadísticas son «un reflejo del esfuerzo que estamos haciendo para promocionar Asturias como destino turístico, especialmente en aquellos mercados con los que tenemos conexión aérea directa, donde hemos duplicado la inversión».

En una nota de prensa, también recordó que «esta estrategia responde a nuestro plan de internacionalización que junto a la desestacionalización conforman nuestros grandes objetivos para avanzar en la sostenibilidad integral del sector».

Una visión optimista sobre lo realizado a la que, si bien comparte, el sector turístico le pone pegas. Para la patronal turística Otea y para el Clúster Rural la caída del viajero nacional no responde tanto a que no haya llegado a Asturias, «sino a que se aloja en pisos y viviendas turísticas». Tanto Fernando Corral como Ana Soberón, vicepresidentes respectivos de dichas entidades, creen que la sensación de lleno de la región «es real», pero muchos de los visitantes «optan por VUT», ya sea en la ciudad como en el entorno rural.

Soberón, por su parte, espera del Grupo de Trabajo puesto en marcha por el Principado para analizar qué está ocurriendo con el turismo rural y «que ofrezca soluciones», puesto que sólo en julio el sector perdió más de 60.000 reservas en solo un mes, el de julio.

Ambos esperan que lo sucedido en agosto, especialmente en la segunda quincena, «corrija los números del verano», aunque señalan la necesidad de que la reforma de la Ley de Turismo llegue a su debate en la Junta, para frenar el exceso de pisos.

La presidenta de Campings de Asturias, Laura Arias, reconoce que «la primera quincena de julio fue regular», pero también han visto una respuesta al alza de los viajeros en el mes de agosto. Una respuesta en la que están incluidos los viajeros internacionales. «Históricamente tenemos mucho campista extranjero, desde 2019 ha crecido un 74,% en Asturias», señaló.