La Universidad rinde homenaje a los 8.000 represaliados por el franquismo en El Milán

La instalación de la placa fue una petición del Departamento de Historia Contemporánea de la facultad, dado que se cumplían todos los preceptos de la Ley para la Recuperación de la Memoria Democrática del Principado de Asturias, en base a los hechos históricos que se produjeron en dicho edificio. «Es una historia que no deja de tener paradojas, porque de un seminario pasó a un cuartel militar, para acabar siendo un centro universitario. Creo que la razón y el libre pensamiento han ganado la batalla contra el tiempo», declaró ayer Ignacio Villaverde, rector de la Universidad de Oviedo, quien presidió el acto. Asimismo, señaló que es responsabilidad de la Universidad «reconocer lo que se vivió en este edificio» e interiorzar estos hechos «con la objetividad, la distancia y el criterio que nos dan los historiadores».

Así pues, el rector destacó en su intervención la importancia de la instalación de la placa, dado que supone «un gesto de reconocimiento y de recepción» de una historia que da valor al propio edificio.

En la misma línea fueron los argumentos de la profesora Carmen García, profesora de Historia Contemporánea, quien añadió los datos históricos de los hechos acontecidos durante la guerra y la posguerra en El Milán. La idea, explicó, vino de la previa colocación de una placa en recuerdo de los estudiantes que habían realizado el servicio militar en El Milan. «Eso está muy bien, pero qué menos que reconocer también otras etapas más oscuras; aquellas en las que esto fue un lugar de consejos de guerra, donde se condenó a muerte a más de mil personas, tanto en Oviedo como en Gijón, sin contar las miles que sufrieron otro tipo de condenas», apostilló.

De hecho, en Asturias fueron ejecutadas 3.448 personas por sentencias de consejos de guerra. «Llevamos casi cincuenta años de democracia y hay que rellenar los huecos de la historia. Complementar y cerrar el círculo de una época siniestra de nuestra historia, que debe tener un reconocimiento», reclamó la profesora.

En base a esto, García apuntó que durante la Guerra Civil, en Oviedo también se utilizó el Palacio de la Diputación -la actual Junta General del Principado- para efectuar dichos consejos, «y no hay ni una sola placa que recuerde que allí también los hubo; condenaron a fusilar a muchos».

Por su parte, el decano de la facultad, José Antonio Gómez, declaró abiertamente su alegría por que el suyo sea «uno de los primeros entornos universitarios que pide con esta sencilla placa y homenaje que no se repitan los errores del pasado».