Transportes recurre la resolución que le obliga a devolver a León el agua que se filtra por la variante
Alega que el daño a la montaña es «puntual y muy limitado». Bombear el caudal por el túnel es «inviable», por la superficie tiene «un coste desproporcionado»
La entrada de agua en la variante de Pajares desata un pulso en la administración central que sigue sin resolver. De un lado está ... Adif, empresa pública del Ministerio de Transportes, que lleva años dando el tema por resuelto. Considera que en los macrotúneles de 24,6 kilómetros que unen Pola de Gordón con Telledo (Lena) selló todas las grietas posibles y ya canalizó dos arroyos en superficie que eran los que más vertían tierra adentro.
A los tubos sigue entrando agua de los ríos, arroyos y acuíferos leoneses que, por la pendiente, salen por el lado asturiano. El caudal va reduciéndose y el último promedio anual es de 280 litros por segundo. Es una situación que no impide la explotación ferroviaria gracias a una innovación de la obra. En las paredes se fijaron planchas de geotextil que conducen el agua a la solera, no interfiriendo con la catenaria.
Enfrente de Adif ha emergido la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental. En 2017 una denuncia vecinal le llevó a abrir un expediente para analizar el tema. El departamento del Ministerio para la Transición Ecológica pidió informes a Adif, los ayuntamientos y vecinos, las confederaciones hidrográficas del Duero y del Cantábrico y la Junta de Castilla y León.
Noticia Relacionada
Doscientas personas 24 horas al día para abrir la variante
Con toda la información, el ministerio que rige Teresa Ribera emitió en mayo una resolución ampliando la declaración de impacto ambiental otorgada en 2002. Consideró que «sigue sin haber una caracterización detallada y una cuantificación y localización cartográfica» del agua de ríos, arroyos y acuíferos pierden o que, los informes elaborado al respecto hasta ahora, no gozan «de reconocimiento compartido» por todas las partes.
Como solución ordena crear una comisión de seguimiento con todas las administraciones y poblaciones implicadas. Adif debe elaborar un rosario de estudios sobre la situación del abastecimiento a los pueblos, los ríos, los puntos donde el agua se pierde tierra adentro. Luego se le exige la «corrección del impacto del proyecto sobre las aguas subterráneas y superficiales» ejecutando «a la mayor brevedad y en la medida que técnicamente sea posible» el sellado de las grietas. Para la restauración de los daños le insta a utilizar «prioritariamente el caudal que» tras el sellado de los túneles «resulte final e inevitablemente drenado de los acuíferos de la demarcación hidrográfica del Duero por los túneles hacia la del Cantábrico Occidental». Es decir, que se devuelva al lado leonés el agua que sale por el lado asturiano.
Así lo expone la decisión elevada al Boletín Oficial del Estado. Fuentes conocedoras del expediente confirman que Adif recurrió la resolución. Defiende que ya hizo campañas de inyección y sellado en los túneles, «aplicando todos los procedimientos técnicos posibles y alcanzando un elevado grado de eficacia», máxime si se recuerda todo el agua que el proyecto original preveía que podía entrar.
El bombeo por el interior de los túneles «es inviable e incompatible con la explotación ferroviaria por motivos de seguridad». Poner tubos en superficie «tendría un coste desproporcionado e impactos medioambientales severos, además de dudosa eficacia». Las fuentes próximas al expediente trasladan que Adif hace también defensa de los «miles de datos» que sigue recabando de aforos de los ríos, arroyos y entorno hidrogeológico. Son parámetros que a su juicio evidenciarían que el impacto en los sistemas acuíferos son «puntuales y muy limitados».
Cabe recordar que los túneles de este tipo no son estancos y las filtraciones en las obras habituales. En el túnel de carga de Walgau (Austria) se emboquilló con caudales de 400 litros por segundo, se excavó lidiando con entre 200 y 300 y en un periodo de deshielo se midieron 2.000. En el túnel ferroviario del Simplón (Suiza) los caudales se sitúan entre los 500 y los 1.100 litros por segundo, según la estación.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión