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Sus familiares portaron e l féretro hasta el altar de la iglesia parroquial de Santa María entre los aplausos de los vecinos. damián arienza

Villaviciosa despide rota a Javier Solares: «Nos han arrebatado a una gran persona»

La familia insiste en que su muerte «fue debida a una agresión y no una pelea» y se muestra disconforme con la libertad de los agresores

GUILLERMO MAESE

gijón.

Miércoles, 15 de julio 2020, 01:45

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Son días amargos en Villaviciosa. Prueba de ello fue la gran afluencia de gente que acudió ayer al funeral de Javier Solares en la iglesia parroquial de Santa María, en la capital maliaya. Todos ellos con el mismo sentir: «Nos han arrebatado a una persona de gran corazón». Y es que su trágica muerte el pasado fin de semana, tras recibir un puñetazo de dos jóvenes en la localidad cántabra de Potes, que le hiciera darse un golpe mortal en la nuca, aún sigue siendo difícil de creer para sus familiares y amigos. Todo parece un mal sueño para ellos.

El silencio con el que se recibió a la comitiva funeraria de Javier Solares fue roto por el sonido de las gaitas. De luto y con lágrimas en los ojos, sus antiguos compañeros de la Banda de Gaitas de Villaviciosa entonaron la marcha procesional de Belmonte. Sus amigos, su cuñado y su hermana, Elvira, portaron el féretro al interior del templo. El dolor de la familia hizo imposible contener la emoción de quienes les acompañaban. Tras las gaitas, cerrada ovación.

Todos los testimonios recogidos denotan el profundo cariño que dispensaba Javier, Xavi, a sus amigos, y ellos a él. Una figura relevante donde vivía, un amigo de la gaita, un trabajador incansable, entusiasta y entregado a su familia. Los titubeantes abrazos que recibieron ayer sus familiares, por la dichosa alerta sanitaria, pronto se convertirán en reconfortantes muestras de cariño. En Xavi, todos encontraban el lado bueno de las cosas. «Siempre sumaba». Atrás deja a su pareja, Caterina, sus hermanos, José y Elvira, sus cuñados y sus sobrinas. También a sus padres, José y María Ascensión, de 83 y 76 años respectivamente. «No hay peor dolor que el de perder a un hijo», aseguraban a la salida los amigos de la familia.

Era el benjamín de la familia, el hijo que más cerca vivía de sus padres. El ojo derecho de todos. Él fue quien siguió, al menos durante unos años, el oficio de su padre, la carpintería. No hay malas palabras para Xavi. El párroco de Lugás, localidad donde residía el fallecido con su compañera sentimental, dijo de él durante la ceremonia que era «un vecino entrañable y una persona alegre y transparente». Un hombre que tenía una «presencia siempre cercana», añadió.

En desacuerdo con la jueza

«Ha sido una agresión, no ha sido una pelea». Samuel González, cuñado y portavoz de la familia de Javier, asegura que los dos jóvenes detenidos y puestos en libertad con cargos agredieron a la víctima y que no se trató de una pelea. Los familiares del vecino de Villaviciosa están en «desacuerdo» con las declaraciones de los dos jóvenes en los Juzgados de San Vicente de la Barquera. González adelantó que emprenderán las acciones legales que consideren oportunas para que «se haga justicia».

«Son momentos de mucho dolor para la familia y solo queremos que se haga justicia», destacó. El portavoz insiste en que la declaración de los jóvenes, que aseguraron que respondieron a un ataque del fallecido, «no se corresponden con las de los testigos». «Mi cuñado no inició ninguna pelea y entendemos que se trata de un agresión», subrayó.

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