Cuarta persona herida en cinco meses al caer a los bloques del espigón de San Juan
Los bomberos tuvieron que utilizar poleas para rescatar a M. V. L., que presenta lesiones de pronóstico reservado
José Fernando Galán
Miércoles, 14 de mayo 2014, 17:54
Un pescador de 74 años se recupera en el hospital San Agustín de Avilés de las heridas que se ocasionó ayer al caer a los bloques de hormigón que, ya a nivel del agua, protegen la base del espigón de la playa de San Juan, en Castrillón. Según el parte médico facilitado por el Samu sufre traumatismo craneoencefálico y policontusiones, con pronóstico reservado, si bien en el momento de ser evacuado no se apreciaban heridas sangrantes ni aparentaba sufrir lesiones de gravedad. Cuando lo rescataron los bomberos, que tuvieron que servirse de una polea para izar la camilla hasta la plataforma del espigón, cuatro o cinco metros en vertical más arriba, estaba consciente y no dejaba de preguntar por su bicicleta, que había dejado a la entrada del espigón.
Vecino de Avilés, M. V. L.. elevaba así a cuatro el número de personas que se han caído a los grandes bloques de hormigón de la playa de San Juan en los últimos cinco meses. Dos eran pescadores, los otros dos hacían fotografías y los cuatro estaban en la misma zona, cerca del morro, a unos 100 metros de tierra firme. Una señal advierte del peligro y de la prohibición de acceder allí, hasta febrero solo con temporal y actualmente, a raíz del gran boquete abierto en su punto de partida por la fuerza del mar el pasado invierno, de forma permanente.
Al margen de la restricción, salvar el boquete - que continúa abierto, y las piedras y rocas esparcidas por la playa- requiere cierta destreza. Tiene unos quince o veinte metros de longitud, y para llegar a la plataforma hay que bajar y volver a subir a través de los bloques de hormigón un desnivel de unos cuatro o cinco metros.
En calma
Ayer el mar estaba más bien en calma, lo que no quita que de cuando en cuando alguna ola golpease el espigón con cierta fuerza. Al contrario que el resto de la playa de Salinas-San Juan, recibe el mar por el Este, desde la derecha, y fue a ese lado hacia el que ayer se cayó M. V. L.. Quedó semiconsciente sobre uno de los grandes bloques de hormigón, con la suerte de no colarse entre dos de ellos, situación que podría haberle costado la vida. Era poco después del mediodía.
Otros pescadores que también se encontraban en la zona en el momento del accidente fueron quienes dieron la voz de alarma, y los servicios de emergencia no tardaron en llegar: Guardia Civil, Policía Local y Portuaria, sanitarios y bomberos, que fueron los que se encargaron del rescate.
Cuando finalmente, con la ayuda de las poleas, fue izado a la plataforma del espigón, el accidentado, Manolo, nombre que utilizaban bomberos y sanitarios para dirigirse a él, estaba plenamente consciente. A partir de ahí los rescatadores tuvieron que salvar, no sin dificultad, el boquete del espigón antes de introducir al hombre en la ambulancia, que esperaba en tierra firme.
Según manifestaron posteriormente otros pescadores -todos continuaron practicando su afición en la zona- M. V. L. se cayó a los bloques impulsado por el gesto que se realiza al lanzar la caña, no por un golpe de mar, como les sucedió a las otras tres personas que en los últimos seis meses han dado con sus huesos en los bloques del espigón de San Juan.