El Arnao de los campeones de España
El apoyo de la Real Compañía facilitó la formación de un gran equipo en la posguerra
Alberto Rendueles
Lunes, 14 de julio 2025, 02:00
Después de apenas una década desde su creación, el Recreativo Arnao logró formar tras la Guerra Civil un extraordinario equipo que dio mucha vida al fútbol castrillonense y formó la leyenda de un club que tuvo al campo de La Mina como centro neurálgico de sus operaciones. Precisamente, las necesidades de la posguerra y el plus que suponía el acceder a un puesto de trabajo en la Real Compañía Asturiana de Minas hicieron el resto.
Este tipo de apoyo de las empresas fue una constante en tiempos difíciles para incrementar el poderío balompédico de los clubs que existían en las localidades donde se asentaban. Arnao no fue una excepción en una época en la que el Real Juvencia era el mayor exponente asturiano con la Fábrica de Armas de Trubia.
El caladero principal del Recreativo de Arnao no sólo fueron los mejores equipos de Castrillón de por entonces sino también de Avilés, y en concreto el brillante plantel que el Stadium tenía en 1940 y que logró el campeonato de España amateur, entre los que se encontraban el defensa Arsenio, Morales, y Planchart.
La principal figura de la posguerra del Arnao fue su portero, Gonzalo López, más conocido por el pseudónimo de 'Sasá', y se incorporó al club en la temporada 43-44, procedente del Stadium. La fama el precedía en su Madrid natal, en donde formó parte de un clásico como el Nacional, hoy ya desaparecido. Llegó a Avilés en los años treinta para formar parte del Stadium que compitió en Segunda División y decidió quedarse en la comarca tras la Guerra Civil, más si cabe tras la oferta de trabajo de la Real Compañía de Minas. Su fama era tal que el novelista Miguel Delibes lo mencionó en la obra 'La vida sobre ruedas'.
Sasá había coincidido en el equipo de Segunda con Rafael Martínez, un atacante de gran planta que había destacado en ese Stadium, y que es el padre de José Jorge Martínez, quien precisamente se dio a conocer a finales de los años cincuenta en el Recreativo de Arnao y tras pasar por el Real Avilés y Real Oviedo se asentó en el Pontevedra del 'Hay que roelo' de los años sesenta que hizo historia en Primera División.
De los campeones de España de 1940 el más conocido era el defensa Arsenio, que formó una dupla con Ricardo García en una gran línea de cierre blanquiazul, que se impuso en la final al Sevilla. Otros tuvieron un papel más secundario pero formaron parte de la plantilla campeona.
Familiar de Ralla
En ese caso estaba Gonzalo Rodríguez, más conocido por el pseudónimo de Morales. Un nombre natural de la localidad corverana de Molleda y que era familiar de Ramón Fernández-Arenas 'Ralla', el alma mater de la creación del fútbol avilesino. Era evidente que la afición por este deporte ya le venía de la cuna, y durante su etapa en activo se desenvolvió en las funciones ofensivas, las mismas que solía desarrollar también su compañero Planchart, que participaron en el éxito nacional y lo hizo luego en este Recreativo de Arnao.
Otro clásico del fútbol avilesino que formó parte de este conjunto castrillonense fue Carlos 'La Negra'. De fino estilo, era uno de los motores del Recreativo de la postguerra y padre de Quique, delantero que fue del Club Deportivo Ensidesa, y ambos conocidos hosteleros de nuestra ciudad.
Otros componentes de aquel Recreativo de Arnao de posguerra fueron Gitanón, Florián, Angelín o Choni, que fueron habituales de los equipos de la comarca, como fue el caso también de Camporro, que también había llegado al equipo procedente del Real Avilés. Unos jugadores que estuvieron muy unidos igualmente a este conjunto castrillonense por su vinculación laboral a la Real Compañía Asturiana de Minas.
Con el paso del tiempo, este club fue adquiriendo cada vez mayor fuerza, en especial por el ritmo empresarial de la comarca, allá por la mitad de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, que sirvió no sólo para que de allí surgieran jóvenes promesa que alcanzaron las máximas categorías, sino que para que el propio Recreativo lograse históricos ascensos a Tercera División, que era una categoría muy fuerte y que incluía a formaciones de otras regiones, llegando a coincidir incluso en la misma competición con sus vecinos Real Avilés y Club Deportivo Llaranes.
Pero esa son otras historias dignas de contar.