Asturfeito invertirá este año 1,8 millones para potenciar el sector aeroespacial y las renovables

La compañía avilesina Asturfeito continúa con sus planes de crecimiento e inversión y, en consecuencia, ejecutando inversiones en sus instalaciones. En este año está previsto destinar a este fin la cantidad de 1,8 millones de euros, con los que la empresa pretende mejorar su competitividad en dos sectores estratégicos: el de las energías renovables y el aeroespacial.

Las inversiones que se acometerán este año pasan por adquirir nuevo equipamiento y también software que permite mejorar la eficiencia de los procesos y la capacidad de producción de la compañía. «Hay que ser cada vez más eficientes en los sistemas», reconocen desde la empresa.

Asturfeito ya está inmersa en algunos proyectos como Mecasol, en el que participan junto a las compañías Windar Renovables y Tuinsa, además de la Fundación Itma. Con esta iniciativa se pretende definir las características de los nuevos equipos de soldadura y sus parámetros de cara a los trabajos que las empresas participantes realizan en el sector eólico, equipos especiales e instalaciones de gran calderería. En una primera fase se recopilan datos, que sirven, entre otras cosas, para que los operarios tengan más información sobre los nuevos equipos, lo que redundaría en una mejora de la productividad, pero sobre todo permite una mejor elaboración de los proyectos y calcular las horas de trabajo que se necesitan para realizar determinadas labores. Los nuevos equipos de soldadura ya están preparados para la industria 4.0, tienen capacidad de registrar toda la actividad, conectar con la red y llevar sus datos a la nube.

Ahora se pretende seguir ahondando en esa línea, disponer de mejores equipos y mejor tecnología para que la empresa sea más competitiva de cara a ganar peso en sectores tradicionales, pero también en otros nuevos. En los últimos tiempos Asturfeito ha ganado mucha relevancia internacional como compañía por dos importantes proyectos que han resultado además muy mediáticos y llamativos. Por una parte, la empresa culminó en 2017 el criostato del primer reactor de fusión nuclear, una pieza de acero de 270 toneladas de peso y quince metros de altura que tenía Japón como destino. Requería un mecanizado de grandes dimensiones y una soldadura muy compleja, un proyecto delicado y único en el mundo que se solapó casi con el armazón de un supertelescopio para un proyecto de investigación en Chile. De ahí al sector aeroespacial solo hay un paso, y Asturfeito ya se ha colocado en la línea de salida de un mercado tan potente como el norteamericano.

«Cada vez que haces un proyecto de estas características ganas mucha visibilidad», señala Ricardo Rodríguez Ojeda, director comercial de la firma. El telescopio para rastreos sinópticos supuso un importante espaldarazo al otro lado del charco, donde ya están focalizando buena parte de su trabajo comercial y presentando proyectos que esperan que fructifiquen.

Ahora mismo, el 95% de la actividad que realiza Asturfeito ya es para compañías extranjeras, y en muchos casos se trata de proyectos singulares que requieren de la firma de cláusulas de confidencialidad. A pesar de esta proporción, la compañía sigue siendo íntegramente asturiana y desarrollando su trabajo en sus instalaciones de Carreño y Avilés, que ahora pretende mejorar con maquinaria de última generación que le sirva, además, para aumentar su capacidad de producción.

Ayer mismo las instalaciones de la compañía recibieron la visita de nueve clientes internacionales, y el trasiego es constante no solo en Asturfeito, sino en otras empresas locales firmemente asentadas en mercados internacionales gracias a su especialización y su capacidad de combatir con empresas de otros países.

Ahora, lo que Asturfeito pretende es seguir avanzando en esa línea y dar el salto a un sector de alto valor añadido como es el aeroespacial y seguir avanzando también en otro en el que está posicionada como es el de las energías renovables, especialmente la eólica offshore.