El plan de la Isla de la Innovación de Avilés definirá con el Principado nuevos pasos para cruzar la ría

Desde que comenzó a pensarse una solución urbanística para este entorno, sobre todo a raíz de la construcción del Centro Niemeyer, se ha creado un nuevo acceso por carretera al PEPA, a través del puente Daniel Alonso, por lo que ya no resulta tan necesario crear otro nuevo acceso rodado. Sí, en cambio, facilitar el tránsito peatonal, de forma que puedan mejorar los flujos tanto relacionados con el ocio como de trabajadores en los actuales espacios y en los nuevos, y también a la Escuela de Arte, pendiente aún de la ejecución de la segunda fase y de una solución peatonal para los estudiantes. Así, el primer borrador del plan pone sobre la mesa varias alternativas para mejorar las conexiones y los viales de estos suelos, pero todas ellas contemplan una nueva pasarela que partiría desde la zona del actual apeadero de Feve para desembocar en la que sería la prolongación de la calle Amanteros, conectando de manera directa con la sede de la Esapa.

Esta pasarela supondría también dar una conexión directa a todos aquellos usuarios que se dirigiesen a la parte oeste del PEPA y el futuro parque de la Isla de la Innovación desde la estación intermodal que contempla el plan de vías.

La distribución de los pasos y viales, no obstante, se hará de acuerdo tanto con el Ministerio de Fomento como con el Principado, ya que las carreteras que transcurren por la zona son de titularidad autonómica en algunos casos y estatal en otros. El Ayuntamiento ya se ha reunido con ambas administraciones para abordar el proyecto, de forma que se puedan coordinar los trazados y se garantice que ningún problema administrativo vaya a dilatar la aprobación del plan más de lo deseado.

El principal acceso sería por el puente Azud, aprovechando la actual glorieta, aunque redimensionándola «con tamaño adecuado a la carga de tráfico previsible». A ambos lados se distribuiría el espacio reservado para empresas, que quedaría separado del Centro Niemeyer por una gran zona verde que se extendería además por toda la margen derecha de la ría en ese entorno.

Deberá estudiarse también si se opta por mantener el tipo de vial actual de acceso al puerto, una vía rápida, o si se le da un carácter más urbano, regulándola con semáforos, lo que contribuiría a 'pacificar' el tráfico', es decir, hacerlo más compatible con los peatones, aunque también podría comprometer la fluidez en un vial por el que transitan vehículos pesados.

Será a partir del verano, cuando esta primera fase ambiental esté ya superada o muy avanzada, cuando comiencen a concretarse más los detalles del plan, tanto la distribución de las parcelas como la disposición de los viales, cruces y glorietas. Aunque una cosa está clara: una vez ejecutada la fase de urbanización, será más fácil cruzar la ría, ya que habrá más opciones para hacerlo.