El Ayuntamiento impulsa la detección en las calles de las personas sin hogar y su reinserción social

El gobierno local está en un momento de revisión del sistema de atención a las personas sin hogar y de adaptación de los recursos municipales destinados a ellas, su acceso a una vivienda, a servicios públicos y a su plena participación comunitaria. El objeto de este contrato es la ejecución de un programa combinado de actividades, que detecten y den respuesta a las personas sin hogar y en situación de exclusión residencial, que cubra necesidades de alojamiento, manutención, información y orientación, «con el objetivo último de promover autonomía e incorporación social en el entorno comunitario, desde un modelo integral de intervención centrado en la persona».

Según se estipula en el pliego de condiciones técnicas del nuevo contrato, con una validez de dos años, ese modelo «ha de tener un enfoque de desarrollo de habilidades sociales y de apoyo a la reestructuración personal de las personas en situación de sinhogarismo, desde itinerarios individualizados que generen procesos de desinstitucionalización y prevengan la institucionalización».

El Ayuntamiento exigirá a la empresa concesionaria del contrato que ponga en marcha a partir del próximo mes de julio actuaciones de «prevención del sinhogarismo», con el objetivo de avanzar en la detección e información a aquellas personas que se encuentren en situación de calle y puedan ser objeto de alguno de los servicios del centro municipal de atención a personas sin hogar.

Por tanto, la empresa deberá garantizar la presencia de los técnicos en la calle un mínimo de dos medias jornadas laborales a la semana para realizar actividades de observación y abordaje de necesidades de las personas sin hogar, estableciendo un horario flexible adecuado a las características del colectivo.

También se atenderán posibles situaciones de emergencia social bajo indicación de los Servicios Sociales municipales, que podrán requerir la presencia de los profesionales en festivos y en la zona de la ciudad que se les indique si la gravedad de la situación lo requiere.

Esas obligaciones se suman a otra serie de requisitos que establece el pliego de condiciones técnicas del contrato. En primer lugar, la información, asesoramiento, valoración y orientación al colectivo de personas sin hogar (tanto a personas que acuden al centro como a las detectadas en la vía pública enmarcadas en las medidas de prevención proactivas), así como la realización de trámites y gestiones necesarias para el usuario.

La empresa también se encargará de la admisión y acceso a los servicios del albergue que procedan en horario de 8 a 21 horas, si bien la prestación del servicio se desarrollará ininterrumpidamente 24 horas al día los 365 días del año.

Será obligado sustentar todas y cada una de las prestaciones del centro en planes individualizados de atención, iniciando, a través del acompañamiento, «procesos integrales e integradores, que faciliten la incorporación social», según la estrategia marcada por el Ayuntamiento de Avilés.

El albergue contará con 24 plazas en régimen de alojamiento y 35 en régimen de servicios de diurnos (es decir, de día se pueden sumar otras 11 personas a las ya alojadas). Si no existen plazas libres para el alojamiento en el albergue se podrá derivar a la personas a albergues de otras ciudades de Asturias.

En caso de urgencia y con carácter excepcional, y en función de las posibilidades presupuestarias, se podrá facilitar alojamiento en algún centro hotelero, haciéndose cargo el Ayuntamiento de los costes generados.

Las personas que cumplan los requisitos del reglamento tendrán derecho al servicio de alojamiento de corta, media y larga estancia. El servicio de manutención tiene como objeto cubrir las necesidades de alimentación de las personas alojadas en el centro mediante la oferta de un servicio de comidas (desayuno, almuerzo y cena) o, en caso de que así se solicite y siempre que se justifique la imposibilidad de asistir al comedor o sea valorado, se facilitará un bocadillo y agua o refresco o similar o la posibilidad de recoger la comida sin hacer uso el comedor. El comedor dispone de 35 plazas, pudiendo establecerse turnos si procede. Podrán también hacer uso de los servicios de comedor (comida y cena) aquellas personas que, sin estar alojadas, su situación económica y social así lo aconseje.

El almuerzo y la cena constarán de dos platos y postre. En cuanto al desayuno constará de bebidas frías y calientes (zumos y similares, infusiones, café, etcétera) acompañadas de pan, galletas, cereales o similares. También disponen de servicio de aseo personal y lavandería, así como de ropero y consigna.

La empresa adjudicataria tendrá que hacerse cargo de la gestión del servicio de Centro de Día y la dinamización del mismo para dar respuesta y cobertura diurna a las necesidades de las personas sin hogar y que facilite su promoción personal en coordinación y de forma complementaria con albergue.

El Centro de Día debe, según la licitación del contrato, «establecer un lugar de referencia para este colectivo, acercar los recursos del entorno a la persona, motivar hacia la toma de consciencia de su situación y al cambio de la misma ofreciendo alternativas y apoyo en este proceso, recuperar habilidades básicas, fomentar el reconocimiento social de este sector creando espacios para el voluntariado y la integración y desarrollar actividades encaminadas a facilitar la integración de estas personas en coordinación con otros servicios». Podrán acceder también personas en situación de exclusión social y sin hogar que sin estar alojadas, su situación social lo aconseje.

Tendrá un horario de apertura mínimo de seis horas diarias de lunes a viernes y de, mínimo, otras seis horas distribuidas durante el fin de semana.

También se establece un servicio de apoyo a la estructuración personal y social. Tiene como objeto ofrecer un programa combinado de actividades «que favorezca la consecución de un nivel razonable de aprecio y autoestima mediante el desarrollo de habilidades personales, prelaborales y sociales básicas, de cara a facilitar los procesos de incorporación social». La empresa deberá favorecer un acompañamiento en los procesos de incorporación social en coordinación con los Servicios Sociales municipales.

El contrato incluye un seguimiento e intervención social con las personas derivadas a las viviendas compartidas supervisadas u otros recursos activados de media estancia, así como la coordinación con otros equipos que intervienen en la comunidad en programas municipales como Housing First, el proyecto 'Derechos a la vivienda', o de la iniciativa social.