«Causar hambre a la población civil es un crimen de guerra»
Amnistía Internacional presenta su memoria anual sobre la situación de los derechos humanos con la mirada puesta en Gaza
Una fotografía que dura 479 páginas. Así retrata Amnistía Internacional la situación de los derechos humanos en el mundo dentro de su memoria anual, que ayer fue presentada en el Centro de Servicios Universitarios de la mano de la Asociación Cultural La Serrana.
A lo largo de más de 400 páginas Amnistía Internacional hace un radiografía de la situación en materia de derechos humanos que viven países como Malí, Libia, Honduras, Grecia y, por su puesto, Palestina, donde están puestos todos los ojos de la comunidad internacional desde el estallido del conflicto en octubre de 2023. Sin embargo, no sirve únicamente con condenar los ataques.
Gonzalo Olmos, presidente de la entidad en Asturias, señala que «el sistema de protección internacional de los derechos humanos está sufriendo un ataque muy importante por parte de potencias poderosas que están usando la fuerza a despecho del derecho internacional». Uno de los factores que lleva a esto, en muchas ocasiones, es la sensación de impunidad de aquellos gobiernos y actores no estatales que ejercen violencia sobre otra población más vulnerable.
A nivel autonómico los temas más preocupantes son el acceso a la vivienda y a la sanidad
Es el caso de la franja de Gaza donde «la respuesta militar sostenida y financiada por algunos países como Estados Unidos o Alemania tiene un patrón de falta absoluta de respeto por la vida de los civiles». Uno de los ejemplos que Olmos pone sobre la mesa es el recibimiento con honores a Bejamín Netanyahu por parte de algunos estados, como Hungría, pese a que la Corte Penal Internacional haya abierto una investigación sobre estos crímenes sobre la población palestina.
«Causar hambre a la población civil es un crimen de guerra y en este contexto es una de las conductas que integran el crimen internacional de genocidio», señala Olmos, quien propone como medidas inmediatas el alto el fuego, el acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria , que debe regirse por los principios de neutralidad, y que los responsables rindan cuentas.
La memoria de Amnistía Internacional recoge también la situación de los derechos humanos a nivel autonómico. En el caso de Asturias el acceso a la vivienda y el acceso a la Atención Primaria, con largas listas de espera, «es una de las cuestiones que preocupan», a las que se une además el uso de pistolas táser por la Policía Local. «En determinado momento pueden ser lesivas de la integridad física y si no se usan adecuadamente pueden acabar provocando daños físicos de manera a veces injustificada», advierten.
