El ascensor nuevo del colegio Marcelo Gago de Avilés. José Simal

El salto educativo y tecnológico del colegio Marcelo Gago de Avilés

La reforma del colegio ha mejorado tanto la imagen exterior como los espacios y la eficiencia energética

Santy Menor

Avilés

Lunes, 21 de abril 2025, 08:14

El colegio público Marcelo Gago ha pasado, en apenas unos meses, de contar con una de las instalaciones educativas más envejecidas de Avilés, ... a disfrutar de un edificio moderno, atractivo y que ha supuesto un salto tanto a nivel tecnológico como educativo, esto segundo, el principal objetivo de la dirección del centro. «Hemos ganado en luminosidad, en amplitud de los espacios... y eso nos permite aumentar también la calidad de las clases», reconoce el director Javier Sarasola.

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Todo comenzó cuando el Ayuntamiento incluyó al Marcelo Gago, junto a otros centros de la ciudad, en una propuesta para obtener fondos europeos. «Al final solo concedieron actuar en nuestro centro y en el conservatorio, en nuestro caso debido a que el techo era de uralita, el edificio no era accesible porque no teníamos ascender y eso sumó muchos puntos», se congratula Sarasola.

Las obras tendrían que haber comenzado en el verano de 2023 con una duración estimada de diez meses, pero los trabajos no finalizaron hasta el pasado mes de diciembre. «Fue complicado, porque al tratarse de uralita había que retirarla poco a poco y los fines de semana, hacer mediciones los sábados para que no quedara ningún resto cuando los alumnos volviesen a clase el lunes...», relata el director. Pero la espera mereció la pena.

«Hemos mejorado mucho, pero por la mecánica de trabajo que tenemos ya habíamos ganado alumnos»

La fachada, con tonos naranjas y grises, evoca la estética tradicional del centro, de ladrillo y cemento. «Fue cosa del arquitecto, pero la verdad es que ha gustado mucho». Y a nivel de materiales, la mejora ha sido incalculable. «Pasamos de ladrillo visto a saté, de cristales finos del año 76 que sudaban por condensación a la renovación completa de los ventanales con cristales de 3 y 4 centímetros, gracias al ascensor hemos hecho accesibles los cinco pisos que tiene el centro, el gimnasio...».

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Sin embargo, el mejor ejemplo del salto cualitativo del Marcelo Gago es la transformación de un almacén en un aula multidisciplinar amplia y luminosa donde se enseña inglés. «Es un aula innovadora donde la niña y el niño pueden trabajar los idiomas de manera totalmente proactiva. Se puede ampliar, cantar, jugar... es muy versátil».

En todo caso, la buena salud del centro ya se estaba notando antes de comenzar las obras. «Llevo ocho años aquí y cuando llegué había 90 nenos y 14 maestros. Ahora tenemos 228 alumnos y 31 maestros. Había siete clases y ocho años después tenemos dieciséis». ¿La explicación? «La mecánica de trabajo que tenemos en el centro. Por ejemplo, los alumnos llevan desde enero haciendo robótica espacial, la programación, hacemos muchos proyectos, empezamos con la radio, aplicamos las matemáticas para construir cosas...».

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En definitiva, las actuaciones de mejora llevadas a cabo en el Marcelo Gago supusieron una inversión total de 2.978.801,43 euros, cofinanciados por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation EU, dentro del programa PIREP 1.

Tras las obras, se produjo una reducción del consumo de energía primaria no renovable en el colegio de más del 75%, y una reducción de las emisiones de CO2 del 80%. Se retiró también la caldera de gas (la supresión de instalaciones con energías fósiles era un requisito del programa PIREP), renovando toda la instalación térmica del edificio, pero reaprovechando los radiadores del edificio y su circuito de agua, y añadiendo un campo de placas fotovoltaicas, además de un innovador sistema de ventilación.

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