Avilés
Culmina el derribo de las chimeneas de las baterías de cokUna voladura seca y contundente derriba a la una la torre número 2, que no cayó en las primeras detonaciones
Fue una detonación seca, más fuerte que las previas y que, a la una de la tarde en punto de hoy sábado 7 de octubre, derribó la chimenea número dos de baterías de cok, la última de las torres que se resistía a caer dentro de las demoliciones programadas por Sepides en el plan de achatarramiento de las antiguas instalaciones siderúgicas.
La demolición comenzó a las diez de la mañana de este sábado. Con puntualidad, a la hora en punto sonó la sirena y se escuchó la cuenta atrás antes de la explosión. Cayó la chimenea número uno; la tres y la cuatro se cruzaron en el aire en uno de los momentos más espectaclares de la mañana, pero la número dos no se movió. Algunos de los asistentes aseguraban que sólo habían escuchado tres detonaciones (en realidad hubo muchas más al mismo tiempo). Durante unos minutos hubo un desconcierto sobre lo que pasaba, hasta que el personal encargado de la demolición aclaró todo. El cable de detonación de la chimenea número dos se había cortado. Las vibraciones de las explosiones previas lo movieron con suficiente fuerza en un terreno lleno de piedra y escombro para inutilizarlo.
De esta manera, los equipos de Sepides y empresas contratadas para la obra activaron el plan alternativo. En primer lugar, inspeccionaron la zona con un dron para asegurar que era un espacio seguro. Cuando se confirmó que no había ningún riesgo, se acercaron los técnicos que añadieron más explosivos y prepararon los detonadores. A las 12:15 se confirmaban que a la una sería el segundo intento.
En esta ocasión no hubo ningún fallo. Sonó la sirena, se escuchó la cuenta atrás y una explosión más fuerte que las primeras de la mañana. Durante un segundo, la estructura no se movió. Parecía que resistía a caerse, pero la fuerza de los explosivos impuso su disciplina y la ley de la gravedad culminó la tarea. Con suavidad y ligereza más propias de una pluma, la chimenea iba hacia el suelo cambiando la línea del horizonte de la ciudad.
Ahora, las próximas detonaciones serán el próximo 21 de octubre, sábado, cuando se derribarán las dos torres de carbón que permanecen en pie. Sepides aún estudia cómo derribar el gasómetro que desmantelará. Aunque se baraja otra voladura, la decisión aún no se encuentra tomada, explicaron desde la inmobiliaria pública.