«Dejo la huelga de hambre, pero mantendré mi reclamación para que cumplan el protocolo»

David Peláez, uno de lo trabajadores de la auxiliar Imsa que resultó intoxicado por mercurio cuando trabajaba en las instalaciones de Asturiana de Zinc en noviembre de 2011, había comenzado hace 23 días una huelga de hambre para reclamar que se cumpliera el protocolo firmado por la multinacional. Ayer decidió dejar su protesta frente a la fábrica en San Juan pero no así sin reivindicaciones.

«Dejo la huelga de hambre porque estoy muy cansado y mareado y tengo miedo de ponerme peor, pero mantendré mi reclamación para que cumplan el protocolo», decía ayer cuando desmontaba el pequeño campamento instalado. Peláez busca que Asturiana de Zinc cumplan con las cláusulas incluidas en el último acuerdo firmado, que incluyen atención médica especializada y trabajo. «Fue un engaño», insiste el trabajador ya que apunta que «a mí me dieron un puesto en una subcontrata durante dos meses en ocho años, nada más», detalla el afectado.

En el aspecto sanitario señala que «no tuve atención médica especializada como otros, algunos médicos ni me vieron. Es más, el toxicólogo no me hizo ni la valoración de las pruebas». Asturiana de Zinc rechazó negociar de nuevo con él mientras mantuviera la huelga de hambre. «Quieren volver a firmar un acuerdo pero me niego, yo busco que se cumpla lo firmado, deberían ejecutar eso. Están volviendo a hacer lo mismo que entonces. Dicen que no negocian si tengo huelga ahora ya no tienen excusa para no hacerlo, si no llegamos a un acuerdo en unas semanas retomaré la huelga», lamentó.

Durante estos veintitrés días ha recibido visita de amistades así como de algunos representantes políticos de Podemos en Asturias.