Varela reconoce que nunca se preocuparon por las cuentas del Niemeyer porque «era evidente en qué se gastaba el dinero»

No considera que hubiera una «problemática» con la Fundación Centro Niemeyer, simplemennte que se retrasaba en el pago de las facturas, algo que por otra parte considera «habitual» con este tipo de clientes.

El último testimonio de la mañana es el de D. S. R. , que fue compañero de trabajo deĺ exagente de viajes El Corte Inglés. Es del departamento de cobro y su misión era reclamar el pago de las facturas.

La cesión de una planta libre que tenía en el teatro Palacio Valdés a la Fundacion Centro Niemeyer fue una propuesta del Ayuntamiento.

Confirma que en 2008 Marc Martí ya estaba trabajando para el Centro Niemeyer en la organización de una reunión de la Academia del Cine Europeo en Avilés. Asegura que ese trabajo solo podía realizarlo un profesional con conocimientos y contactos. Cree que tuvo mucha importancia y proyección para Avilés porque, además, la comunicación era eficaz y se llegaba a mucha gente.

Declara ahora Antonio Ripoll, que fue director de la Casa Cultura de Avilés y del Teatro Palacio Valdés. Testigo llamado por la defensa de Marc Marti

Ana González se retira ya después de haber soltado algunas «perlas» en un interrogatorio algo tenso con José Luis Rebollo. «Encontrar todos los papeles fue realmente complicado y complejo. No se podían tomar decisiones de ese calado», le responde en relación a reclamar el pago del mobiliario del centro que había asumido la Fundación sin que le correspondiera.

No se recurrió la revocación de las subvenciones porque «teníamos conocimiento de que las cosas no encajaban» y faltaba soporte documental

Decidió cesar a Rebollo por «pérdida de confianza». «Porque cuadraban pocas cosas. Había cobrado 300.000 euros. Teníamos problemas con formulación de cuentas cuando era su trabajo, en  el preconcurso de acreedores había cobrado tres facturas por importe 15.000 euros cuando no se podía pagar a nadie y él estaba cobrando dinero de la Fundación».

Explica que ella no es contable y pidió asesoramiento. Después se sacó un proceso de contratación pública para elegir a una empresa que se encargue de la contabilidad.

Afirma que se encuentra una situación muy poco clar aen torno a la contabilidad del centro, no coincidían las informaciones que le dan y la contabilidad que se le presenta

Declara ahora la expresidenta de la Fundación Ana González Rodríguez

Le responde al abogado de Viajes El Corte Inglés que enconraron hasta facturas en blanco

El exsecretario José Luis Rebollo trata de demostrar al tribunal, tal como él mismo señala, que las cuentas que entregó su empleado al contable que está declarando fueron la base del trabajo. Este dice que no, que las hizo de cero. Aunque sí llegaron al mismo saldo final.

Reconoce que hubo «muchas discrepanias con Viajes El Corte Inglés» con respecto al alcance de los servicios. Teníamos «serias dudas acerca del contenido», aunque al final se alcanzó una «cifra cierta» por valor de 534.000  como deuda de la Fundación con la agencia de viajes.

Le concede al abogado de Natalio Grueso que llamar «cuentas» a lo que le entregaron de 2011 no se ajusta a la realidad. Más bien eran unos «apuntes»

El abogado de la Fundació, Alejandro Riera, le pregunta si hubo pagos al despacho de Rebollo por valor 300.000 euros a fecha de cierre de 2011 y otros 80.000 en 2012.

Como experto auditor especializado en fundaciones, considera que la fórmula planteada por el exsecretario José Luis Rebollo acerca de recurrir la revocación de las subvenciones no hubiera sido «viable»

Detectaron que  460.000 euros no eran de 2011 sino de ejercicios anteriores, también partidas que desconocían como cargos de tarjeta visa (por valor de 200.000 euros) y luego había incidencias en facturas por un volumen alto (300.000 euros) pero no eran muchas, tres o así, relacionadas con la Brooklyn Academy.

Las pérdidas de la Fundación Centro Niemeyer fueron de más de dos millones en 2010 y 2011, responde

Refiere que se intentó, de forma informal, contactar con Mochales, que llevó la contabilidad los primeros años, pero no quiso colaborar.

Detectaron «muchas facturas del año 2010 de Viajes El Corte Inglés y alguna más de 2009 como deslizamiento temporal de gastos». Se recibieron en el 2011, pero por servicios que se prestaron en el 2010 o años anteriores.

Es contable y experto en auditoría de cuentas y explica cuándo y cómo fueron contratados.

Señala que detectaron falta de documentación. no había memoria ni contatibilidad analitica ni soporte documental. La analítica, aclara, es el desarrollo de los costes por proyecto, por ejemplo de los espectáculos.

Afirma que no los conoce. Primero trabajó en la consultoría que desarrolló labores de contabilidad. Y luego fue personal propio de marzo a abril de 2013 hasta mayo de 2014

El primer testigo es Francisco Fernández Viesca, que fue responsable de gestión del Centro Niemeyer.

Buenos días. En breve comenzará una nueva sesión del juicio.  Hoy está prevista la declaración de la que fuera consejera de Cultura y presidenta de la Fundación Centro Niemeyer, Ana González. Durante su mandato se interpuso la denuncia por las presuntas irregularidades en la gestión del centro

Se acaba la sesión de hoy. Mañana, la última del mes de mayo.

Participo como invitado en un patronato y recuerda que tras una exposición inicial a cargo de Natalio Grueso, se presentaban las cuentas «por bloques», nada detallado, al igual que en los patronatos de otras entidades en los que ha participado.

Él recomenndó su contratación al Ministerio de Cultura, que tenía en miras la coorganización de un congreso sobre cine en México. Tiene un vago recuerdo de que la Fundación Centro Niemeyer participó a través de Marc Martí y no puede precisar si también Natalio Grueso.

Reconoce que él recomendó los servicios del agente de viajes José María Vigil al Ministerio de Cultura «porque me daba garantías de que hacía ese trabajo y lo hacía bien». Detalla todos los pormenores de los que tenía que encargarse y no hay mucha gente que lo haga con esa dedicación y profesionalidad.

Da las cifras exactas de lo que le costó porque tiene delante un correo electrónico que le envió en su día Vigil y en el que consta que pagó con tarjeta de crédito en dos pagos.

Afirma que se enteró por la prensa de que un cargo de 450 por un vuelo personal de vacaciones a Tenerife, que en realidad no era tal sino parte de la factura del hotel, se cargó a la Fundación Centro Niemeyer.

No le consta que un billete de avión a su nombre el 24 de noviembre de 2006 entre Oviedo y Madrid fuera pagado por la Fundación Centro Niemeyer. «Y me sorprende un poco». En esa fecha él podía estar «cerrando flecos» del trabajo en la Fundación Príncipe de Asturias, pero estos billetes los pagaba siempre esta entidad.

Cree recordar que fue después de la entrega de los premios en octubre de 2006 y de la polémica que surgió por el emplazamiento del proyecto regalado por Oscar Niemeyer fue cuando el expresidente Vicente Álvarez  Areces, ya fallecido, le encargó a Natalio Grueso que dirigiera el futuro centro cultural internacional.

Realizó una colaboración en 2007. Ninguna en 2006.

Explica que conoció a Natalio Grueso por la concedión del premio Príncipe de Asturias a la primatóloga Jane Goodall, propuesto por la embajada de Tanzania en la que él trabajaba por aquel entonces. Luego Grueso le fue a ver a Bruselas y le propuso formar parte del comité organizador de los actos conmemorativos del 25 aniversario de la Fundación Príncipe de Asturias.

Última declaración de la sesión, por videoconferencia, del diplomático Guillermo Corral Van Damme.

Declara otro técnico de sonido, que hace muchos años trabajó para una compañía de ballet. Él vivía en Barcelona y estrenaron en el Niemeyer el espectáculo. Tenía un vuelo para el 28 de septiembre, pero no recuerda en qué fecha voló a Asturias. No sabe si luego fue anulado. La compañía les mandaba el horario, llevaban el DNI y llegaban ese día al aeropuerto.

La  madre de Natalio Grueso no quiere declarar.

No sabe quién estaba en la oficina de producción de la compañía. Imagina que se los enviaban por correo electrónico. Los billetes los compraba el promotor y se los enviaba a la compañía.

No recuerda haber cancelado ningún billete de avión. En cualquier caso, no compraba él los billetes.

Declara por videoconferencia A. C. G. ,que asegura no conocer a ninguno de los acusados. Estuvo trabajando del 29 de septiembre al 10 de octubre de 2011 con la compañía María Pagés en el Centro Niemeyer como técnico de sonido.

Ensalza el trabajo del departamento comercial de Viajes El Corte Inglés en Asturias, dice que siempre ha sido ejemplar.

La autorización para que viajara Vigil podía ser vía oral, no necesariamente escrita, le responde al abogado del agente de viajes.

Aclara que muchos clientes piden que en sus viajes de empresa les acompañe un gestor

Esta y la de la Fundación Príncipe de Asturias podían ser las más importantes por tema de imagen, no necesariamente en facturación, responde al fiscal

Supo a posteriori los problemas con la cuenta de la Fundación del Centro Niemeyer porque él se encarga de captación y gestión, no de la parte administrativa de las cuentas de empresa

Matiza que el error pudo ser del hotel o de su propio empleado, no lo sabe.

Explica que cuando hizo el check-out le dijeron que no tenía que abonar nada y lo interpretó como una cortesía que a veces tienen las cadenas hoteleras con ciertas empresas. Posteriormente, una auditoria de Viajes El Corte Inglés detectó que esa noche no se había pagado.