Fallece María Antonia Morenés, propietaria del palacio de Trasona

Nueve décadas después de haber visto la luz por primera vez en Madrid, María Antonia Morenés Areces, descendiente de los condes de Peñalver y propietaria del palacio de Trasona, falleció el pasado sábado en el Hospital Universitario San Francisco de Asís, en la misma ciudad que la vio nacer, a la edad de 91 años. Con su muerte desaparece una de las grandes benefactoras de Corvera, conocida por sus labores de apoyo al concejo y a sus habitantes.

Los restos de quien, pese a no ostentar título nobiliario alguno, fue conocida cariñosamente como 'la condesa' por los corveranos, serán trasladados a Asturias en pocos días. Una vez en la tierra a la que dedicó su vida, se instalará la capilla ardiente en la iglesia de Trasona. Su entierro tendrá el próximo martes, en el cementerio de la parroquia, a una hora todavía por definir.

Así, en cumplimiento de su última voluntad, pasará a ocupar un espacio en el panteó de la familia Peñalver, en el que ya descansan los condes originales, Nicolas de Peñalver y Zamora y María Socorro Garcia de Paredes y Argüelles. A ellos se unirán la madre de Maria Antonia Morenés, María del Socorro Areces Méndez de Vigo, y sus bisabuelos Luis Areces y Sotojoven y María Antonia Méndez de Vigo, ahora sepultados en el madrileño cementerio de La Almudena, y serán igualmente trasladados al norte.

Con la defunción de 'la condesa' desaparece una de las figuras históricamente conectadas con Trasona. Pese a que nunca tuvo hijos, su sobrino Miguel Morenés Sanchiz la recuerda como «una mujer con mucho genio, pero generosa con la parroquia, luchadora y, sobre todo, súper feminista, que revolucionó su época». No en vano, con tan solo 24 años «fue la primera mujer que ganó el Campeonato del Mundo de Tiro de Pichón», y en 1952 se convirtió «en la primera administradora de fincas de España».

Su papel al frente del palacio y del campo de fútbol que lleva su nombre lo asume ahora el propio Miguel Morenés. En su mente está la voluntad de cumplir uno de los deseos de su difunta tía: finalizar la restauración del edificio, paralizada desde el pasado mes de diciembre por ciertas discvrepancias con Patrimonio. «Todos los proyectos que tenía aquí van a seguir. Mi familia lleva vinculada a Trasona desde el siglo XV, y ella querría ver esta obra terminada, para beneficio del lugar».