Begoña González Presidenta de Cruz Roja Avilés

«Nuestro gran reto es afrontar la soledad y el envejecimiento»

–¿De qué salud goza Cruz Roja en Avilés?

–Tenemos muchos campos y capacidad para poder abarcarlos, y estamos abiertos a nuevos proyectos, ideas y necesidades. Creo que en la comarca de Avilés tenemos una buena salud, con mucha actividad y voluntarios muy capaces, y además con ilusión.

–¿Cuál diría que es la aportación más importante que hace ahora mismo a la sociedad?

–Creo que contribuimos a disminuir las diferencias que existen en la sociedad. Damos ayudas económicas, trabajamos en la inserción, el empleo, la atención a mayores... intentamos integrar en la sociedad. Creo que eso nos beneficia a todos, porque cuando uno vive en un ambiente donde hay menos diferencias sociales todo funciona mejor.

–La pandemia fue un momento crítico en el que surgieron muchas necesidades. La covid se ha superado, pero no parece que la demanda disminuya.

–La pandemia marcó un antes y un después. Mucha gente se dio cuenta de que tenía necesidades cuando se vieron aislados. Ahí surgieron muchos problemas de soledad que la covid puso a descubierto. También hay un problema económico por la inflación.

–Sin embargo ha desaparecido el programa de entrega de alimentos, ¿por qué?

–Más bien es que se ha transformado. Se ha cambiado la forma de intervención para respetar la autonomía y dignidad de la persona. Ahora lo que estamos haciendo es facilitar vales o tarjetas para que la persona pueda ir al mercado y adquirir productos según sus gustos, necesidades, religión... y es más digno que hacer una cola y esperar su bolsa de comida. Esto no viene de nosotros, sino a nivel europeo.

–También están cambiando los perfiles de los usuarios.

–Estamos viendo a muchas personas jóvenes con necesidades económicas y también con soledad no deseada, que no sufren solo los mayores.

–¿Y es más fácil o más complicado que lleguen a Cruz Roja?

–Hay mucha diversidad de edades en la gente que atendemos. Llegan bastantes jóvenes que están iniciando en Avilés su proyecto de vida, y los inicios son muy complicados. El jueves, por ejemplo, se acercaron varios jóvenes extranjeros a las mesas que pusimos en la plaza de España para preguntar dónde estábamos y cómo podían acceder.

–Supongo que notan mucho el incremento de la inmigración.

–Sí. El año pasado, por ejemplo atendimos a más de 230 personas en clases de español, de 27 nacionalidades distintas. es uno de los proyectos que más han aumentado exponencialmente.

–Lo más visible y lo más tradicional son quizá los socorros pero, ¿han perdido peso?

–Sigue atrayendo voluntarios, pero es cierto que los servicios van disminuyendo. Es importante, pero no es el programa de más impacto, aunque ayuda a mantener la visibilidad y a participar en eventos que son importantes para la ciudad.

–¿Cuáles son los retos que se marcan?

–Seguir formando parte activa de la comunidad para contribuir a reducir las diferencias sociales, pero uno de los grandes retos es afrontar la soledad no deseada y la fragilidad de las personas mayores, que son ahora dos de nuestros campos de acción. Y también captar más voluntarios para poder seguir creciendo.