«Hay mucho inversor que compra un piso para destinarlo al alquiler»

La oferta de pisos en alquiler en buenas condiciones es poca a pesar de que «se alquila bien en todas las zonas» y de que cada vez se le ofrecen más garantías al propietario. «La mayoría ya contrata seguros de impago», aseguran en la inmobiliaria Maspalomas. Y también funciona relativamente bien el programa Avilés Alquila puesto en marcha por el Ayuntamiento en colaboración con la Cámara de Comercio, que ofrece un seguro de impagos de hasta un año y un servicio de mediación entre propietarios e inquilinos. Con estas medidas se ha conseguido sacar algún piso más al mercado, pero la demanda sigue superando la oferta, y eso hace que suban los precios.

«Hemos llegado a alquilar algún ático por mil euros, un precio que no era nada habitual hasta hace no demasiado», relata Luis Ángel Díaz, que pone el acento en que los precios de los pisos en alquiler ya son equivalentes a los de Oviedo y Gijón, ciudades que hasta hace no mucho eran más caras.

Parte de la culpa de esta situación la tiene también el boom de los alquileres vacacionales, una fórmula que permite al propietario obtener mayores ganancias. Muchos de los pisos que en las condiciones de antaño estarían en el mercado del alquiler habitual ahora se ofrecen como viviendas vacacionales en las plataformas de internet destinadas a ello, o incluso a través de otras fórmulas que ahorra incluso las comisiones tanto a los turistas como a los propietarios del piso.

Esta situación está provocando que «muchos inversores, sean profesionales o particulares, miren hacia el sector inmobiliario y compren y rehabiliten vivienda para destinarla al alquiler, sea habitual o vacacional». Si antes se compraba para revender más caro y obtener una ganancia rápida, ahora la fórmula es comprar para alquilar, pensando más en un beneficio constante y a la larga, ya que revender a precio superior es prácticamente impensable y no compensa los impuestos que hay que abonar.