Secciones
Servicios
Destacamos
EVA HERNÁNDEZ
AVILÉS.
Martes, 15 de febrero 2022, 16:01
María Josefa Sanz, cronista oficial de la ciudad, ofreció ayer una conferencia a las Amas de Casa de Avilés en la Casa de Cultura ... en la que hizo un recorrido por el papel de la mujer en la Edad Media. Al contrario de lo que pudiera parecer, Sanz resaltaba la idea de que «el estatus de la mujer de por aquel entonces no era tan trágico como se puede llegar a pensar».
Bajo esta idea, Sanz desarrolló un hilo conductor en el que se centró bastante en la idea de que existían mujeres que, a pesar de su condición de solteras, podían, de igual forma, poseer sus propios bienes, e incluso, como ella misma señalaba, «hay muchas de ellas que tenía capital suficiente como para ser fundadoras de hospitales o capellanías».
Para llevar a cabo este recorrido sobre la figura femenina medieval, Sanz se valió del arte apoyando así la apreciación de la mujer en la época del Medievo. En concreto, Sanz se sirvió del Retablo de la Santa Parentela, en el que aparecen Santa Ana y sus tres hijas como personajes importantes. «El niño Jesús tenía una familia y en este retablo justamente vemos cómo se basa en esto», explicaba la cronista, «aquí está su abuela, su madre y sus tías».
Durante la conferencia, María Josefa Sanz se apoyó en esta serie de sencillos detalles. Documentos como testamentos también tuvieron un lugar en esta exposición a través del tiempo, «uno de los elementos de donde se puede sacar información sobre el poder de la mujer y cómo era su vida es desde las últimas voluntades», afirmaba Sanz. La reina María de Molina y la hidalga Catalina Menéndez (hija de Pedro Menéndez) fueron dos de las escogidas por la cronista. «En estos dos documentos se puede ver que piensan lo mismo y hacen lo mismo dentro de sus capacidades», pues explicaba que ambas reflejaban «la idea de, primero, salvar el alma y después, si bien repartían por igual, dejaban que sus hijas se valieran de bienes que pudieran dejarlas en una buena posición».
Aunque era consciente de un problema existente, «las mujeres que llegan hasta nosotros son los que tienen un cierto estatus que se refleja en los documentos. Nos perdemos conocer cómo reaccionan y viven las mujeres más pobres, pero sí podemos ver un poco cómo era la sociedad del momento», explicaba. Sobre esto, una de las cosas que más le llamaba la atención era algo que ella misma vio cuando era de niña, «los padres daban la ropa de cama más el ajuar, algo que ya se hacia en el siglo XVI». Con esto, Sanz afirmaba que «no hay una diferencia abismal entre la mujer medieval y la del siglo XIX».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.