«No me niego a atender al niño, es que faltan efectivos», dice la auxiliar de La Luz

La auxiliar educativa del colegio Poeta Juan Ochoa de La Luz asegura que «en ningún momento» se ha negado a atender al alumno de once años con parálisis cerebral cuya madre denuncia que en lo que va de curso no ha sido cambiado de pañal, sino que lo que ocurre es que «faltan efectivos del colegio suprimidos por parte de la Consejería de Educación».

En el centro, según relató la madre afectada a este diario, solía haber todos los años dos profesionales para atender a los entre diez y quince menores con necesidades educativas especiales que suele haber cada curso escolar. Sin embargo este año, sin haber descendido el número de menores con esta ayuda asignada, que es de trece, Educación asignó una única auxiliar al centro. «Esto impide satisfacer de forma correcta las necesidades del centro», asegura la profesional a través de un comunicado.

Además, también ha negado haber proferido insultos contra el niño. «En ningún momento ha gritado al niño, lo ha insultado y mucho menos ridiculizado delante de sus compañeros», señala el documento, que califica algunos de los hechos narrados por Vanesa González, la madre del menor, de «injurias». «Pese a entender el enfado de la madre, el cual debería ir contra la Consejería, la Auxiliar Educadora considera injustas e injuriosas las manifestaciones contra ella vertidas las cuales le han afectado psicológicamente», añade el texto. De hecho, la cuidadora no acudió ayer a su puesto de trabajo.

Por su parte, el sindicato CSIF asegura que el comité de empresa lleva reiterando «desde el mes de septiembre» que este colegio en concreto «necesita de más auxiliares educadores para atender las necesidades de los trece niños escolarizados con necesidades educativas especiales, los cuales se encuentran en una situación de vulnerabilidad y especial protección».

El sindicato explica además que ha mantenido reuniones en este tiempo con la secretaría general técnica de la consejería «sin llegar a ninguna solución», y que ha acudido también al Servicio de Equidad, que es el que decide el número de efectivos necesarios en cada centro, sin haber conseguido ninguna reunión con dicho organismo, « lo que constituye una flagrante actuación por parte de la administración que puede desencadenar en responsabilidades de diferente índole sobre el personal por no poder atender dichas necesidades».