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«Pese a todo, el Antroxu resiste»
Aunque con una afluencia mucho menor, los disfraces pueblan las calles de Avilés, y la gala y el Descenso en miniatura palian las restricciones
BORJA PINO
AVILÉS.
Domingo, 14 de febrero 2021, 01:05
Ni la amenaza del coronavirus, ni las restricciones vigentes, ni tan siquiera el daño que la pandemia ha causado en el ánimo colectivo han sido ... capaces de mellar el espíritu del Antroxu en Avilés. Así, pese a la crítica situación imperante, y a la imposibilidad de realizar actividades colectivas, decenas de personas recorrieron ayer las calles, plazas y parques de la ciudad exhibiendo sus disfraces o disfrutando de los de los demás. Un anhelo festivo colmado con las retransmisiones del primer Descenso de Galiana en miniatura, y de la Gala #AntroxuAvilesOnLíne celebrada en el Teatro Palacio Valdés.
La lluvia imperante en las primeras horas de la mañana retrasó las salidas lúdicas que, sin embargo, sí se materializaron a partir del mediodía, con su apogeo mediada la tarde. El cierre de la hostelería y el temor al virus redujeron notablemente el número de transeúntes en las calles en comparación con otros años, pero eso no impidió encontrar a centenares de personas en espacios céntricos como la plaza de España, la calle Galiana o todo el área de El Carbayedo.
Los disfraces no fueron mayoría, aunque tampoco escasearon los valientes, especialmente de corta edad, que optaron por ataviarse para la ocasión. «Hemos estado tan confinados que decidimos que, sí o sí, había que disfrazarse», sentenciaban Lucía Álvarez y Nacho Luis, ambos disfrazados de erizos multicolores, y atentos a su hijo, Pepe, que iba de pirata. Y es que, para esta pareja, «el ambiente se nota más apagado, claro, pero hay que hacer por mantener el Antroxu».
El paseo de los tres les llevó a recorrer la calle Galiana, donde no tardaron en cruzarse con Paco Cabaño y con Isabel Miranda, vestidos de reyes medievales, y con su perro Quini, cubierto para la ocasión con una capa de superhéroe. Con un humor basado en la sinceridad, reconocían que «nos sentimos un poco ridículos al salir de casa, porque hay pocos disfrazados, pero hay que intentarlo». Su voluntad, no obstante, no camuflaba el hecho de que «está todo muy soso; no se vive como siempre, directamente».
Los más pequeños fueron, en más de una ocasión, los motores de sus padres, como en el caso del matrimonio formado por Eneko Medina y María Serra, y sus hijos Luna e Ibai. «Salimos así, sobre todo, por los niños; si fuese por nosotros, habría pocas ganas de fiesta», reconocían ambos progenitores, cubiertos con atuendos de payaso y vampiresa, respectivamente.
Una idea semejante impulsó a salir por la calle Galiana a Daniel Ceñal y a Cristina Pato, aunque sólo esta última se animó a disfrazarse de superhéroe, motivada por sus hijos Mario, disfrazado de Iron Man; Lena, caracterizada como Minnnie Mouse, y Alba, embutida en un traje de mono. «Es difícil salir de casa con el ánimo que tenemos, pero se hace lo que se puede. Mientras podamos, iremos disfrazados todos estos días», reconocía la madre.
No obstante, la nostalgia de tiempos pasados mejores también fue una constante. Y así lo admitía Ana García desde la calle de la Ferrería, sin dejar de vigilar a su hija de 8 años, Cate Pérez, vestida de ángel. «Un avilesino tiene que salir en Antroxu, aunque sea poco, pero no se puede comparar con otros años». En su caso, el anhelo tiene nombre propio: el Descenso. «Hoy deberíamos estar todos de agua y de espuma hasta arriba, pero no puede ser. Tendremos que esperar a que todo esto mejore», se resignaba.
Un Descenso a escala
Esa nostalgia a la que García puso palabras quedó parcialmente paliada a las seis de la tarde, con la emisión por YouTube de la primera edición del Descenso Internacional y Fluvial de Galiana. Proyecto de la peña Los Arrexuntaos, mantenido en estricto secreto durante el último mes, 27 artilugios, construidos a escala 1:10, 'desfilaron' a lo largo de un diorama que representaba los treinta primeros metros de la popular arteria, desde El Carbayedo hacia la plaza de España.
«Pensamos que si está todo gris y, encima, metemos la cabeza bajo la tierra, nos costará más seguir adelante», apuntaba ayer Daniel Rogel, representante de la peña. Sus casi sesenta miembros, entre niños y adultos, han sido los creadores de la maqueta, instalada en una nave para repuestos mecánicos del polígono de Las Arobias. No obstante, se quiso hacer un guiño a las peñas restantes, pues «el Antroxu no sería lo que es sin todos nosotros».
«Escogimos la temática de la covid, y usamos lo que había por casa para construir los artilugios: mascarillas, botellas de detergente, envases de leche, trozos de pan...». El propio Rogel narró el Descenso, que contó, incluso, con un cañón de espuma auténtico, cedido por la empresa que cada año los aporta. «La primera vez que ensayamos, olía a Descenso. Fue increíble, maravilloso».
La espuma también estuvo presente en la calle Palacio Valdés, como colofón de la Gala de Antroxu celebrada a partir de las diez de la noche en el teatro homónimo. Sin público, aunque retransmitida simultáneamente en las redes sociales del Ayuntamiento y en la TPA, la ceremonia ofreció a los espectadores una combinación de números cómicos, pequeñas piezas teatrales, espectáculos musicales e, incluso, sesiones de cocina, combinando grabaciones ya elaboradas con emisiones en directo.
El humorista asturiano Joaquín Pajarón y el actor malagueño Santi Rodríguez ejercieron de maestros de ceremonias, con el primero simulando mostrar al segundo el Antroxu por primera vez. Y lo hicieron acompañados por las actrices Ana Blanco y Natalia Suárez, representando a Marta y María, y por José Rico haciendo de Armando Palacio Valdés, los tres 'fantasmas' del veterano teatro avilesino.
Por espacio de hora y media se sucedieron las actuaciones de 'drag queen' La Trosky, de las orquestas Tekila y Beatriz, y de las agrupaciones artísticas Bombai, Alberto&García y El Felechu. Simultáneamente, la propia calle fue cubierta de espuma, y el artilugio con el que la peña Pillarno Corporation participó en el Descenso de 2020, aún preservado, recorrió ese mar blanco. Su 'desfile', en palabras de Alberto Colino, integrante de la peña, constituyó la prueba palpable de que, «pese a todo, el Antroxu resiste».
Con el sabor de la celebración telemática todavía en la boca, y pese a la ausencia de actividades durante la jornada de hoy, se mantiene abierta la participación en el Concurso de Disfraces. Se deberá subir un vídeo de hasta 90 segundos desde su perfil de Twitter o Instragram, con el 'hashtag' #AntroxuAvilesOnLine.
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