La planta de aluminio de Alcoa, en Avilés, afronta su gran transformación tras tres años de inactividad

Windar, que adquirió los activos de Alu Ibérica en marzo del año pasado, lleva ya varios meses trabajando en las instalaciones para adecuarlas para la nueva actividad productiva. En la primera fase ha estado desmontando y retirando los equipos y materiales que no le resultaban de utilidad. Y esta misma semana ha obtenido el permiso del Principado para iniciar la demolición de naves y estructuras en la margen derecha de la ría. Aún tendrá que contar con los permisos municipales para poder comenzar a hacerlo, pero en cuanto los tenga, iniciará la gran transformación de la antigua planta de producción de aluminio. Desaparecerán la fundición, la electrolisis, los silos y la fábrica de pasta entre otras instalaciones, aunque Windar aprovechará buena parte de las naves para crear en ellas las estructuras más grandes que jamás hayan salido de Avilés: monopilotes XXL de hasta 130 metros de longitud que exportará por mar a través del puerto de Avilés en el que la empresa ya cuenta con un muelle propio.

Será un centro de producción que colocará al noroeste de España como el mayor hub de eólica marina en Europa, con estas instalaciones, las que ya posee en Avilés y el astillero de Navantia en Fene, donde Windar produce en alianza con esta compañía grandes estructuras para el offshore.

San Balandrán espera ahora su segunda vida industrial, una que va en la línea de lo que viene experimentando la ciudad en los últimos años, y es la merma de la producción de metales en favor de la transformación de los mismos para crear estructuras para energías renovables, un sector en el que Avilés se ha situado como líder mundial.