Retiran la placa franquista de la Cruz de los Caídos de La Carriona

Dicho y hecho. El Ayuntamiento de Avilés disponía de un mes para iniciar la tramitación para la retirada de la Cruz de los Caídos del cementerio de La Carriona y no ha esperado ni un día. Tras conocer el requerimiento realizado por la Consejería de Presidencia para dar cumplimiento a la Ley de memoria democrática del Principado, operarios municipales se dirigieron ayer a primera hora de la mañana al camposanto y procedieron a quitar no la cruz, sino las placas con simbología franquista que había sobre ella.

«De este modo damos cumplimento tanto a la Ley de memoria del Principado como al catálogo urbanístico municipal», aseguró ayer el concejal de Obras, Pelayo García. Y es que el Principado pedía eliminar un elemento que tiene, según explicó el edil, una doble protección. Por una parte, el cementerio de La Carriona, en su conjunto, cuenta con una protección integral y se ha propuesto incluso para que sea declarado Bien de Interés Cultural. Por otra, la propia cruz, en cuanto elemento en el espacio urbano del camposanto, cuenta por su parte con una protección individual.

En La Carriona, pues, ya no hay símbolos que hagan exaltación del franquismo, pero continúa erguida la cruz en homenaje a los caídos del bando nacional.

Lo que ayer se suprimió fueron las placas con la inscripción 'Presentes', que ocupaban todo el segmento vertical de la cruz, en cuya base se encontraban además un yugo y unas flechas, así como dos fechas inscritas, la de 18 de julio de 1936, día en el que las tropas del general Franco se levantaron contra la República, y la de 21 de octubre de 1937, cuando se produjo la caída de Avilés.

Para llevar a cabo la operación fue necesario colocar un andamio y utilizar una escalera. Las placas se bajaron mediante cuerdas con la participación de cuatro personas en el operativo que, para algunos colectivos de memoria histórica ha sido incompleto.

«Hay cierta polémica y algunos piden que se mantenga la cruz, pero muchos otros pensamos que es mejor que se retire», señala Pablo Castañón, de la Plataforma por los servicios públicos de Avilés y comarca, una de las entidades más activas en asuntos relativos a la memoria. En su día se especuló con la idea de modificar la cruz y convertirla en un monolito de recuerdo a las víctimas, opción que no desagrada a este entidad. Opina también que la protección individual de la Cruz de los Caídos debería desaparecer. «No se entiende que la cruz esté protegida y las baterías de cok no lo estén», compara al mismo tiempo que pone el acento también en el mal estado que presenta el Monumento a los héroes de la República, que «se encuentra abandonado».

Con la retirada de las placas Avilés toma la delantera de los cuatro concejos en los que el Principado había advertido de que aún quedaban símbolos franquistas que debían eliminarse, entre los que se encontraban además Oviedo, Tineo y Aller. A todos ellos Presidencia les remitió un requerimiento para que procediesen a su retirada, y está por ver si la solución de quitar únicamente las placas resulta válida a los ojos del Principado.