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Rafael Benítez Mollar declaró en calidad de testigo como responsable financiero y administrativo de Viajes El Corte Inglés A. PIÑA

Los viajes del Niemeyer, al banquillo

Los responsables de El Corte Inglés atribuyen ante el juez las irregularidades al trabajador inculpado, suspendido de empleo y sueldo por el caso

C. DEL RÍO

AVILÉS.

Martes, 7 de mayo 2019, 02:09

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Los responsables jurídico y financiero de Viajes El Corte Inglés culparon ayer al exagente José María Vigil de haber concedido crédito a la Fundación Niemeyer saltándose la normativa interna y sin informar a sus superiores gracias a su experiencia y al conocimiento que atesoraba de la empresa, lo que le permitió facilitar hasta 300.000 euros en servicios que fueron prácticamente «opacos» hasta que, en 2012, se realizó una auditoría interna que descubrió también cargos ajenos al Centro Niemeyer en su cuenta de empresas y facturas «burdamente hechas». Juan Luis Vasallo Saavedra, responsable de la asesoría jurídica de Viajes El Corte Inglés, y Rafael Benítez Mollar, director del área financiera y administración, así lo explicaron ayer ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial que juzga las irregularidades contables y malversación de fondos en el Centro Niemeyer entre 2007 y 2012.

Estaba previsto que ayer declararan otros dos responsables de la empresa, José Lozano Pina y Agustín González Álvarez, pero ante la duración de los testimonios de los anteriores lo harán hoy, jornada en la que también están llamados los dos jefes directos de José María Vigil en Asturias y tres extrabajadores del Centro Niemeyer, Daniel Arias Lobato, Joan Picanyol, que llegó a estar imputado durante la fase de instrucción, y el responsable de comunicación, Pedro Zuazua.

Benítez Mollar relató que conoció los problemas de impagos de la Fundación en 2010 tras el bloqueo de la cuenta de empresa, lo que anula la posibilidad de prestar servicios a crédito, aunque sí se pueden seguir facilitando si se pagan al contado o por transferencia. Para evitar esta cortapisa, y siempre según la declaración de ambos, Vigil se valió de dos mecanismos. Por un lado, comenzó a facturar servicios al Niemeyer con cargo a una cuenta de 'varios', es decir, una global en la que se van anotando las operaciones de clientes muy diversos que no disponen de cuenta de empresa y en la que es complicado detectar incidencias dado el volumen de cargos que incluyen las 470 delegaciones de la empresa. Por otro lado, el exagente de viajes solicitó anticipos de pago también para el Niemeyer a nombre de un particular porque «en la cuenta de 'varios' nadie va a mirar el nombre». El problema añadido por esta práctica, según Viajes El Corte Inglés, fue la errónea anotación de estos anticipos en la contabilidad interna de la Fundación Centro Niemeyer, que tampoco se libró de las críticas de los responsables de Viajes El Corte Inglés.

Según explicaron, hasta en cuatro ocasiones se les remitió toda la facturación. «Nosotros enviamos a María José Mochales (primera responsable de la contabilidad del Niemeyer y que declarará como perito) toda la información y cualquier auditoría habría visto que no coincidía con las cuentas de la fundación. La facturación de 2007 a 2010 se le envió en dos ocasiones y la de 2011 a 2012 a Miguel Ángel Argüelles, en cuatro ocasiones», afirmó Benítez Mollar.

«Tenía experiencia»

El abogado de José María Vigil, Antonio Pineda, ironizó en su pregunta al director financiero y de administración acerca de cómo había sido posible que un empleado hubiera puesto «en jaque» a toda una organización como Viajes El Corte Inglés, a lo que el aludido respondió que su experiencia y conocimiento de los procedimientos le había valido para ir sorteando obstáculos y plazos. Previamente había señalado que el área de Vigil no destacaba por el número de incidencias y que, a posteriori, habían visto que él «jugaba con los tiempos», lo que le permitió trasladar el pago de servicios prestados en 2006 a años posteriores.

Explicaron que al recibir el requerimiento de la Fundación Centro Niemeyer en 2012, ya bajo la presidencia de la entonces consejera de Cultura, Ana González, abordaron una auditoría interna que permitió descubrir las anomalías relatadas y pagos por valor de 24.000 euros que no se corresponden con actividades propias del Niemeyer, como un viaje a Disney de una familia. Fue el propio Vigil el que, en una reunión en Asturias con los máximos responsables de Viajes El Corte Inglés, reconoció los hechos, tras lo que fue suspendido dos meses de empleo y sueldo. Después causó baja, aunque «obviamente habría sido despedido».

En febrero de 2012, la deuda de la Fundación con la compañía ascendía a 574.000 euros.

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