Villalegre recupera sus fiestas del Puchero

Tras estos dos años de sequía pandémica en lo que a fiestas se refiere, ya se puede confirmar que vuelve El Puchero a Villalegre. O al menos, esa es la intención de la asociación de vecinos El Marapico, que se encuentra en estos momentos pendiente de cerrar todos los trámites necesarios para poder llevarlas a cabo. «Todavía nos falta que nos confirmen la nueva ubicación, andamos ahora con todo el proceso del papeleo», explica la presidenta de la asociación Patricia Leyva, que recalca las ganas que tienen de celebrar las fiestas tras la obligada inactividad causada por la crisis sanitaria de la covid.

Las fechas para que los vecinos de Villalegre vuelvan a disfrutar de las fiestas en sus calles serán del 3 al 7 de junio. Y la ubicación elegida, a falta de que lleguen las autorizaciones pertinentes, será el parking que sube de Villalegre a La Luz. Este cambio se debe «a temas de seguridad. En la calle Alonso de Ojeda, que es donde celebrábamos antes las fiestas, hay garajes, y aunque ponemos vallas a veces se mueven para que entre algún coche. Lo hacemos un poco por prevención, porque por allí siempre hay niños y queremos evitar sustos», señala Leyva.

Además de las fiestas populares, se retomará además el elemento más singular de estas festividades, el 'rito del beso', una costumbre que data de 1685 y que empezó con el matrimonio formado por los primeros Condes de Nava en Luera, don Francisco de Caso Estrada y doña Bernarda Álvarez de las Asturias. La historia detrás del rito cuenta que, tras largos años de esterilidad, tuvieron un hijo y en agradecimiento donaron la imagen de la Virgen de la Luz y promocionaron su devoción ligándola con la fiesta de la Asunción del 15 de agosto. Desde entonces se celebran en Villalegre dos fiestas: 'la pequeñina', coincidiendo con 'La Luz de mayo', el martes de Pentecostés; y 'la grande', la 'Luz de agosto', que coincidiría con la fiesta de la Asunción del día 15. Fue la asociación de vecinos la que en 1989 recuperó la tradición del puchero que acabaría por dar nombre a sus fiestas.

Pero no solo del famoso 'rito del beso', que lleva, igual que el resto de actividades, dos años sin llevarse a cabo, viven las festividades del Puchero. De nuevo, y a falta de cerrar los permisos, la idea es celebrar una fiesta el viernes con dj, bar y caballitos; el reparto del bollo y el vino para los socios, vermú con música, actividades infantiles y orquesta para el sábado; y la celebración de la décima comida en la calle del domingo. Además, y como también se hizo en anteriores ediciones, el centro sociocultural expondrá las actividades de la asociación desde el viernes hasta el mismo martes.

• Temas
• Principado de Asturias
• Asturias