Biológico o ambiental

¿Es biológico? O ¿es genético? Son dos preguntas con las que a menudo lidiamos quienes divulgamos ciencia. Las preguntas aparecen más frecuentemente cuando la disciplina sobre la que divulgamos toca algún tema sensible para la sociedad. Pero ¿puede algo que no es biológico suceder en nuestro cuerpo?

La dificultad de esta conversación, que se convierte a menudo en una discusión acalorada, suele empezar por las definiciones. Cuando un científico dice que algo es biológico a menudo quiere decir que se debe a las acciones de moléculas que tienen lugar en los organismos que forman. Biológico no significa inmutable, ni independiente del entorno, ni determinado desde el nacimiento. Tampoco sifnifica que lo hayas heredado de tus progenitores ni que puedas transmitirlo a tus descendientes. Prácticamente lo mismo sucede con «genético» que algo esté determinado por nuestros genes, por como se expresan o como se regula su expresión no significa que ese algo sea determinista, que no cambie a lo largo de la vida, que no se deba a la interacción con el ambiente. De hecho, los cambios moleculares que tienen lugar en nuestro cuerpo y también en nuestros genes están firmemente influidos y regulados por el medio ambiente, por nuestra nutrición, por nuestras interacciones sociales.

¿Significa esto que la biología puede explicar todo lo que somos y hacemos? La respuesta a esta pregunta puede ser más filosófica que científica, pero con los datos de los que disponemos podríamos decir que no, aún.

Y es que, aunque ignoremos muchas de las explicaciones moleculares que permiten entender cómo y por qué somos, cómo y por qué nos comportamos así, esas moléculas son todo lo que nos conforma y los cambios en ellas son también nuestros cambios. Y yo creo que entender ese diálogo molecular que es la vida es fascinante.

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