«Los artistas nos enfrentamos a un panorama desolador»
Creadores, especialistas y galeristas se alían en defensa de un sector «con una situación muy precaria» que emplea a 600 personas en Asturias
La unión hace la fuerza. «Y, cuantos más, mejor». Así que las tres principales asociaciones profesionales de arte contemporáneo de Asturias se han aliado ... en defensa de un sector que emplea «a cerca de 600 personas».
Los protagonistas de esta alianza estratégica son la Asociación de Artistas Visuales de Asturias (AAVA), el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) y la Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo, que ayer sellaron su compromiso en el Museo Arqueológico, decididas a alzar la voz.
Y, para ello, radiografiaron la situación de un sector en el que «la crisis de 2008 y el covid han dejado un panorama desolador de cierres de museos, galerías, ferias...», aseguró la pintora Consuelo Vallina, quien recordó que «solo un 3% de los artistas viven de su arte, mientras que el resto son, además, camareros, diseñadores, profesores...».
Y, por eso, una de sus grandes reclamaciones es que el Estatuto del Artista, a punto de ver la luz, tenga en cuenta sus singularidades. Porque, «para el ministerio, los artistas son, fundamentalmente, los actores y cantantes, mientras que el mundo de los artistas visuales es desconocido. Los políticos no nos entienden. No les entra en la cabeza la intermitencia de nuestro trabajo». Un trabajo con unas condiciones que, también para la galerista Guillermina Caicoya, los coloca en «una situación muy precaria».
Y, como sus mayores problemas «son con Hacienda», reclaman medidas como «poder desgravar materiales independientemente del medio en el que trabajes o de que estés jubilado» y que «se tenga en cuenta el tiempo dedicado a la creación y la investigación». O que, como explicó el crítico Luis Feás, «un artista vende un cuadro y hasta dentro de seis meses a lo mejor no vende otro, y eso debe reflejarse en las cuotas de la Seguridad Social».
El presidente de la delegación en Asturias del IAC repasó también algunas reivindicaciones «históricas» como la recuperación del 1% cultural, «al que el Principado viene renunciando desde 2013», además de la reorientación del 1,5% cultural del Ejecutivo central.
Tampoco les convence «la Comisión Sectorial puesta en marcha por el Gobierno autonómico, que ha sido inoperante. Pensamos que más por incapacidad que por mala fe, porque la Consejería de Cultura no tiene personal y, por descontado, tampoco tiene presupuesto, cuando debería gestionar el 2% del regional. Se constituyó en 2020 y nos hemos reunido una sola vez en todo 2021». Y siempre, «dentro de unos cauces marcados que son los que interesan a la propia consejería. Una comisión que, con 25 integrantes, es un 'divide y vencerás', un campo de fútbol», remató Consuelo Vallina. Y esa falta de fondos «lastra también gravemente a las grandes instituciones culturales», que «están infradotadas». Del Bellas Artes a Laboral, pasando por el Niemeyer y el Barjola, que «cuenta con un presupuesto ridículo».
Pero la cosa no mejora en los ayuntamientos, donde aprecian «cada vez mayor intromisión política en las programaciones culturales». Consistorios como el de Oviedo, «que no cuenta con una sala municipal de arte y su correspondiente programación» y donde «clama al cielo que una escultura de Fernando Alba esté en un descampado mientras se siguen colocando estatuas de dudosa factura». Un suma y sigue en el que «las ayudas del covid están dejando a mucha gente fuera», en el que el programa «Cultura en rede adolece de falta de transparencia» y en el que «todo debería desembocar en un Plan Estratégico de las Artes».
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